Varias playas de los municipios de Ribadeo, Barreiros y Foz recibieron esta semana la visita de ejemplares aislados de carabela portuguesa, un organismo marino que suele desplazarse a la deriva empujado por las corrientes y el viento. Las condiciones meteorológicas de estos días, marcadas por la predominancia del nordeste, han favorecido su llegada a la costa lucense.
Las zonas donde se detectaron estos animales fueron los arenales de Illas y As Catedrais en Ribadeo, Peizás y Llas en Foz y Coto Barreiros. Estas colonias flotantes son habituales en mares cálidos de todo el mundo y su peculiar estructura en forma de vela les permite recorrer largas distancias impulsadas por el viento.
Hasta el momento, la presencia de carabelas ha sido esporádica y no se han producido incidentes de picaduras. Aun así, los equipos de socorrismo han emitido recomendaciones de seguridad para evitar accidentes, advirtiendo a los bañistas que no se acerquen a estos organismos ni intenten tocarlos. Sus tentáculos contienen células urticantes capaces de liberar toxinas para inmovilizar a sus presas, lo que puede provocar reacciones severas en humanos, incluyendo en casos extremos un shock anafiláctico.
Ante una posible picadura, los expertos aconsejan acudir de inmediato a un centro sanitario si se presentan síntomas graves. En caso de reacciones leves, se recomienda limpiar la zona afectada con agua de mar, preferiblemente tibia, para reducir el efecto del veneno y favorecer la circulación sanguínea.