El Concello de Lugo adjudicará este miércoles el contrato para reparar las patologías estructurales exteriores y también interiores del nuevo Auditorio, derivadas tanto de las deficiencias constructivas como de la falta de mantenimiento, por parte de la Xunta de Galicia, desde que finalizó la ejecución del inmueble, en 2016, y hasta que fue entregado a la Administración local. El Concello otorgará a Montajes Metálicos Ingalux la realización de las obras – que deberán estar finalizadas en un plazo de 4 meses – por un importe de 287.955 euros.
Una cantidad que la Administración local reclamará posteriormente a la Xunta como responsable inicial del deterioro de la edificación, una circunstancia que está impidiendo su apertura en condiciones de seguridad para la ciudadanía. A este respeto, el Ejecutivo local, recordó que ya durante el acto de recepción, el Concello intentó entregar al ente autonómico los informes de los técnicos municipales donde ya daban cuenta de algunos de los fallos advertidos en las dos únicas visitas que les dejaron realizar previamente y sin que, en ninguna de esas ocasiones, pudieran probar el funcionamiento de los equipamientos. Documentos que no quiso recibir pero que se le hicieron llegar igualmente haciéndolos conocedores de la situación.
Sin embargo, una vez recepcionada la dotación, el deterioro que se encontró fue superior al esperado puesto que la Xunta no había realizado ni las correspondientes pruebas ni tampoco ninguno otra labor de conservación del inmueble y todas las garantías para poder arreglarlas estaban caducas.
El contrato que se adjudicará esta semana permitirá arreglar los múltiples daños ocasionados por la humedad que están afectando a las cubiertas, fachadas, estructuras, carpintería, revestimientos interiores y pavimentos. Las actuaciones comprenden la impermeabilización de los respiraderos y el desatasco de las alcantarillas, canalones y bajantes. Asimismo, se atajará la corrosión derivada de los defectos que presentan las juntas de dilatación y se arreglarán las compuertas de salidas de humos que provocan goteras en los escenarios, entre otras intervenciones.
Mientras, el Concello dejará para una segunda fase los trabajos correspondientes a la urbanización exterior del Auditorio, dentro de los que se incluyen más allá del ajardinamiento de la parcela – que ya estaba previsto – la modificación de los accesos para mejorar la accesibilidad al inmueble enriqueciendo los espacios con áreas estanciales de un alto valor paisajístico que, además de apoyar la funcionalidad cultural de las instalaciones, permitan su aprovechamiento para conciertos o festivales al aire libre.
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