El acusado de agredir sexualmente a su compañera de piso mientras dormía alega “consentimiento”

Al regresar juntos al domicilio que compartían, a las 5 o 6 de la mañana, la denunciante insiste en que se fue "a dormir sola"

El hombre condenado por violar a su compañera de piso en Lugo, en la Audiencia Provincial | EUROPA PRESS

Este miércoles, la Audiencia Provincial de Lugo ha presidido el juicio contra un individuo acusado de cometer agresión sexual contra su compañera de piso mientras esta dormía en su domicilio de la capital. Tanto la Fiscalía como la acusación particular han solicitado condenas de ocho y nueve años de prisión, respectivamente. Por su parte, la defensa del acusado, quien ha negado las acusaciones, ha solicitado que sea absuelto de todos los cargos.

El incidente juzgado este miércoles en la sección 2ª de la Audiencia Provincial ocurrieron durante la madrugada del 26 al 27 de marzo de 2022. Según lo descrito en el informe de acusación presentado por el Ministerio Fiscal, el acusado penetró vaginalmente a la mujer mientras se encontraba durmiendo, encontrándose ella en una situación de “grave afectación alcohólica” y “aprovechando su falta de consciencia”.

El propio acusado, un varón de 30 años de edad, ha sido el primero en declarar ante la jueza, que ha calificado su relación con la denunciante — que se había mudado a vivir hacía tres meses al piso que este compartía con otras personas en régimen de alquiler— como “una relación profundamente amistosa, casi de familia”.

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Según cuenta el acusado, la noche de la presunta agresión, que tuvo lugar al regresar ambos al domicilio que compartían, “en torno a las 5 o las 6 de la mañana” y tras una salida nocturna, la denunciante se encontraba en perfectas condiciones, ya que, ha asegurado, “ninguno había bebido mucho”.

Continúa diciendo que ya en la vivienda, los dos decidieron irse a dormir a la misma cama, lugar donde tuvo lugar un acto sexual que el hombre ha calificado como “libre y consentido por ambas partes”. “Ella fue la que empezó, yo solo me dejé llevar”, ha manifestado después ante la jueza.

Asimismo, el acusado, ha explicado ante las preguntas del Ministerio Fiscal y la acusación particular que a lo largo de la noche “hubo varios comportamientos con cierta connotación sexual” hacia él por parte de la denunciante que “podrían interpretarse como una insinuación”, ha insistido en el hecho de que la mujer se encontraba, en todo momento, “perfectamente despierta”.

Por otro lado, ha afirmado que cree que “por miedo a que la juzgaran los amigos decidió inventarse” lo ocurrido. El imputado ha añadido durante la exposición de los hechos: “yo la respeté y la traté bien siempre”.

“Me fui a dormir sola”

Tras la declaración del acusado, la denunciante ha comparecido por videoconferencia asistida en la sala por un intérprete en lengua alemana, quien ha asegurado tener “muchas lagunas” sobre lo sucedido aquella noche por haber bebido “más de la cuenta”.

La mujer ha insistido en el hecho de que se fue a dormir sola a su habitación y que fue “a la mañana siguiente” cuando se dio cuenta de que el acusado se encontraba en su cama. “Cuando me di cuenta de lo que estaba pasando entré en pánico, entré en cólera y lo eché de la habitación. No recuerdo algunas cosas de la noche, pero sí que sé que me fui a dormir sola”, ha destacado.

La denunciante, que en esa época se encontraba en España trabajando como voluntaria, decidió regresar a su país natal, Alemania, “dos días después” de lo sucedido, asegurando que se encuentra en tratamiento psicológico desde entonces.

Petición de condena

En las más de horas de transcurso de la vista, también han prestado declaración tres agentes de la Policía Nacional y dos trabajadores del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), que asistieron a la joven tras cursar su denuncia.

La Fiscalía se ha ratificado en su solicitud de ocho años de cárcel para el acusado y también ha solicitado la prohibición para el procesado de acercarse a la mujer, a su domicilio, lugar de trabajo o estudios y de comunicarse con ella durante 15 años, así como una pena de libertad vigilada durante siete años y una indemnización a la víctima por valor de 15.000 euros por los daños morales causados.

Por otra parte, la acusación particular, que ha hecho hincapié durante el juicio en que el resultado del test realizado a la mujer al día siguiente de lo sucedido revelaba todavía “una tasa de alcohol en sangre muy alta“, ha elevado a nueve años la petición de condena y a 25.000 euros la indemnización demandada en concepto de responsabilidad civil.

La defensa del acusado, en cambio, ha puesto el foco en las “versiones contradictorias” efectuadas por la denunciante a lo largo de todo el proceso y ha solicitado ante la jueza la libre absolución del imputado.

 

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