El Ayuntamiento de Lugo aprobó hoy en un Pleno Extraordinario la Cuenta General de 2020. Un ejercicio marcado por la COVID que también dejó su huella en el balance municipal. La teniente de alcaldesa y edil de Gobernanza, Paula Alvarellos, puso de manifiesto, inicio de su intervención, que la información que recoge el documento contable aporta “cifras objetivas”.
El balance contable señala en ese ejercicio una ejecución del 83% del gasto comprometido, que superó los 104 millones de euros, y el mantenimiento a cero de la deuda financiera. Además, el área de Gobernanza abonó en 2020 cerca de 9.000 facturas a empresas y autónomos locales por importe de 53’7 millones de euros y rebajó el período medio de pago hasta los 8’2 días, por debajo de un tercio del plazo legal.
“La utilización sesgada que hace de ellos la oposición en la búsqueda de réditos políticos sin pensar que cuándo los trasladan, de una manera tergiversada, lo que hace es perjudicar la imagen institucional del Ayuntamiento, embazando el trabajo del personal municipal y poniendo en tela de juicio los resultados alcanzados que, como digo, hablan de solvencia, de liquidez y de una mejora de los protocolos administrativos que, a pesar de las circunstancias, redundó en el conjunto de la población lucense porque incrementó la agilidad de la tramitación”, apuntó Alvarellos.
Un argumento en el que la propia regidora, Lara Méndez, esgrimió para cargar contra “la mentira” de la oposición. “No se puede venir aquí a hacer afirmaciones que no están acompañadas de realidad, no le vamos a subir los impuestos a la ciudadanía. Pasen por los servicios y pregunten a los técnicos, preocúpense y, sobre todo, infórmense de la labor que se está haciendo, de los cambios que estamos implantando para ser aun más diligentes como Administración y dejen de contar mentiras“, pidió la alcaldesa.
Por su parte, Paula Alvarellos quiso destacar que el impacto de la inactividad económica y social generada por la pandemia reduce en 4 millones de euros la recaudación municipal de 2020. “Una merma de ingresos derivada, fundamentalmente, de la recesión en la inversión privada, que ocasionó el estado de alarma por la incertidumbre financiera que provocó, y paralizó a muchos sectores”, explicó.
El 2020 arrojó en el Ayuntamiento de Lugo un saldo de 80.035.861 euros, de los que forman parte tanto los impuestos directos e indirectos, como las tasas y precios públicos, las transferencias corrientes y de capital o los ingresos patrimoniales. Y de todos ellos, solo un 13’21 % quedó pendiente de cobro a 31 de diciembre.