El Concello de Lugo defiende la “garantía y calidad sanitaria” de las aguas de las Caldas y remarca “la legalidad de la temperatura con la que se concibieron estas termas”, aunque ha procedido a bajarla hasta que se dirima la disparidad de criterios con la Xunta.
En un comunicado, afirma que “a la vista del cambio de criterio mostrado por la Xunta de Galicia que primero valoró favorablemente y autorizó tanto el anteproyecto como el proyecto presentado por el Ayuntamiento donde ya se especificaba la temperatura del agua, y a continuación, tras su apertura, afirma que contraviene la normativa sanitaria, el área de Medio Ambiente está elaborando un informe donde se exponen estas contradicciones”.
“Al mismo tiempo y para dar mayor tranquilidad a la población y no suscitar dudas sobre la garantía y calidad sanitaria de las aguas”, precisa que “hasta que se dirima la disparidad de criterios sobre la temperatura a la que deben estar las Caldas, el Concello procedió a bajarlas hasta los 30 grados”.
“Queremos que la ciudadanía siga empleando esta nueva dotación como hasta ahora, con la máxima afluencia, que lo haga convencida de que, a pesar de las contradicciones en las que incurre la Xunta de manera similar a lo que hizo con la zona de baño pública en el Miño el año pasado, las instalaciones son totalmente seguras para su salud y bienestar”.