A punto de cumplirse dos semanas desde que el Ayuntamiento trasladó a la Xunta de Galicia el informe con el resultado de las prospecciones en el Miño y las propuestas de traslado de los mejillones encontrados en el área donde se pretende habilitar la zona pública de baño, el Concello de Lugo insta al Gobierno gallego a comunicar su resolución. El delegado del área de Transición Ecológica señaló la urgencia de que la Xunta informe cuál de las dos propuestas considera la más idónea para comenzar lo antes posible la traslocación de las colonias de moluscos detectadas y poder instalar la estructura con el fin de que esté operativa el mayor tiempo posible.
Miguel Fernández solicitó celeridad al ente autonómico, ya que la Administración local ha cumplido con todos los pasos necesarios para obtener su aprobación. Además, recordó que disponen de una concesión de 25 años para instalar la plataforma en ese punto del río, considerada una ubicación viable tanto por la Confederación Hidrográfica como por la propia Xunta, que no se opuso a la concesión del permiso. Desde mayo del año pasado, se solicitó realizar el análisis del canal y se entregó un informe con las conclusiones y las alternativas de traslado de las dos especies de náyades que proliferan en ese espacio.
El concejal de Medio Ambiente señaló que será la CHMS, como responsable del control de los aprovechamientos del dominio público hidráulico, quien debe pronunciarse sobre cuestiones como el calado y la velocidad del agua en ese tramo, siendo competencia de la Dirección General de Patrimonio Natural la protección de la biodiversidad, que según los informes entregados está garantizada al demostrar que la zona de baño pública es perfectamente compatible con la supervivencia de las especies protegidas existentes en el canal fluvial.
A pesar de esto, Fernández recordó que durante el verano pasado el Ayuntamiento demostró debidamente que los estudios de profundidad realizados demostraban que incluso en plena época de sequía, la estructura no tocaría el lecho del río aunque se subieran a la plataforma 760 personas de 80 kg de peso cada una.
Solicitan, por tanto, a la Xunta celeridad y, sobre todo, honestidad. Los informes, basados estrictamente en criterios técnicos, consideran factible la instalación de la zona de baño pública sin perjudicar el entorno ni la fauna y flora que habitan en ella. Se busca que los ciudadanos de Lugo puedan acceder al Miño, donde tienen reconocido el derecho de bañarse, de manera segura y cómoda para todos los públicos, desde niños hasta personas mayores e incluso personas con movilidad reducida. Se desea que el río forme parte de la vida y el ocio de la ciudadanía, y para eso se está trabajando de manera responsable y rigurosa en la conservación del ecosistema sin que esto afecte a las prestaciones al alcance de los vecinos, afirmó el teniente de alcalde.
Miguel Fernández insistió en solicitar diligencia al Gobierno gallego. Hasta que no comunique su decisión, no se podrán iniciar los trabajos de traslado de los mejillones, lo que reducirá el número de días hábiles de la zona de baño y privará a los habitantes de Lugo y visitantes de disfrutar del Miño en condiciones de seguridad y de forma gratuita. Una situación que ya se vivió el año pasado y contra la cual el Ayuntamiento está luchando para que no se repita, concluyó el concejal.