El Ayuntamiento de Lugo cederá los terrenos para impulsar la puesta en valor de los restos arqueológicos que aparecieron al pie de la Muralla cuando se restauró el cubo VI. Se trata, según recogen los informes del servicio municipal de Arqueología, de un muro paralelo al lienzo que formaba parte de una estructura edificatoria correspondiente la una balsa rectangular de una curtiduría existente en la zona de la época medieval y también de una galería que cruza perpendicularmente la construcción romana.
Por el interés del espacio singular al que pertenecen y por su relación con el monumento, merecen ser recuperados. Para abordar esta actuación, el equipo de gobierno aprobó hoy la realización de un convenio con la Consellería de Cultura con el fin de que recoja los términos de la colaboración entre ambos organismos públicos.
De este modo, el ejecutivo de Lara Méndez, pondrá a disposición de la Xunta de Galicia una parcela, situada entre el Carril de las Estantigas y la ronda interior, para que pueda acometer los trabajos entre los que se incluye la realización de sondeos y tareas de control arqueológico, tanto hacia el interior como el exterior de la Muralla, así como la cosecha de toda la información posible sobre las estructuras exhumadas en el año 2016 y que permitan completar los datos que ayuden a interpretar los restos existentes.
«La intervención supondrá el reconocimiento de hallazgos de un valor singular que contribuyen a incrementar la riqueza patrimonial que posee la ciudad, ligados a nuestra historia, a nuestra cultura y, por lo tanto, a nuestra identidad, lo que demuestra la trascendencia de darle prioridad a la restauración, cuidado y mantenimiento de los Bienes locales», señaló la alcaldesa.
La regidora lucense aprovechó para explicar que, según el protocolo autorizado esta mañana, el Ayuntamiento, aparte de facilitar la plena y libre disponibilidad de los terrenos necesarios para dar paso y que la Consellería de Cultura pueda ejecutar las obras, será el responsable de aprobar el documento técnico de las acciones así como de conservar y gestionar el acceso a los restos.
“La propuesta que manejamos para poder visualizar el túnel y la balsa o piscina desde el exterior será con la instalación de dos pequeños miradores abiertos, situados en la zona verde próxima al parque canino, que estarán delimitados con una baranda de acero y dispondrán de un panel informativo, mientras que las visitas al interior se llevarán a cabo con un acceso limitado y restringido, indicó Lara Méndez.