La Muralla Romana de Lugo, emblema de la ciudad, presenta últimamente desperfectos en su superficie, un amplio paseo de unos 2 quilómetros de longitud que cada día recorren los vecinos, bien caminando, corriendo o sencillamente admirando el monumento. Esta zona que cada día usan centenares de personas se conoce como «adarve» y se encuentra actualmente cubierto de hierba y maleza.
Ante esta situación, el gobierno local ha instado a la Xunta de Galicia, responsable del monumento «a limpiar la Muralla y cumplir, así, con su deber de mantenimiento de este Bien Mundial». Así lo trasladaba Miguel Fernández, portavoz del gobierno local, quien recordó recordó que la Consellería de Cultura y Turismo ostenta las competencias de tutela y protección sobre el monumento bimilenario.
Quejas de los vecinos
Fernández subrayó que “la dejadez es absoluta, como así lo constatan las numerosísimas quejas ciudadanas que recibimos al respeto, manifestando la preocupación por el extremo a lo que se llegó en muchos de los cubos donde toda, o la mayor parte de la superficie peatonal, está cubierta de hierba y suciedad, dificultando la movilidad, lo que resulta indigno para un bien como este”.
El edil apeló al ente gallego a asumir también el mantenimiento de las zonas ajardinadas sitas al pie de la construcción romana, “que desde hace mucho tiempo y, en pro del interés general y de la conservación del conjunto de la ciudad realizamos desde el Ayuntamiento, sin que sea una competencia municipal”.
