9:30 de la mañana. El autobús de la línea 1.3 que comunica el Campus con el Ceao a través de Fontiñas inicia su recorrido delante del Edificio de Sindicatos en la Ronda de la Muralla. Pero a poco minutos de trayecto, el chófer no tiene más remedio que obstaculizar toda la calzada, impidiendo la marcha del resto de la circulación para permitir que las personas usuarias entren y salgan del transporte público porque la parada está ocupada por vehículos particulares. La maniobra es registrada por dos agentes uniformados de la Policía Local que también van a bordo para vigilar el uso indebido de estas zonas como plazas de aparcamiento común. La infracción se salda con una sanción de 200 euros tras la cual, autobús y efectivos policiales continúan, respectivamente, con su servicio.
Esta escena obedece a la campaña de control que el Concello de Lugo acaba de poner en marcha para disuadir a los conductores de realizar estacionamientos indebidos en las plazas del bus urbano. Una práctica tipificada cómo grave y sobre la que la Policía Local viene detectando un abuso en los últimos meses. La alcaldesa de Lugo, Lara Méndez y el Intendente jefe de la Policía Local, Jesús Piñeiro, acompañaban, a primera hora del día, a los efectivos que formarán parte de este operativo cuya duración es, por ahora, indefinida ya que su permanencia dependerá, en buena medida, del grado de concienciación que se alcance en la población. La regidora señalaba los importantes perjuicios que este comportamiento ocasiona al conjunto general de la ciudad.
Jesús Piñeiro indicó que el dispositivo se mantendrá en turno de mañana y tarde, haciendo hincapié en zonas y franjas horarias muy concretas donde se registra una reiteración excesiva de este tipo de infracciones y recordó a los conductores que la Ley de Seguridad Vial no permite ni estacionar ni tampoco parar en estos espacios reservados al autobús. “Incumprilo será motivo de multa económica e pode conlevar tamén á retirada do
vehículo polo guindastre municipal”, añadió.