La Concejalía de Medio Ambiente del Concello de Lugo está realizando una intensa labor de limpieza de las pintadas en calles, fachadas y mobiliario urbano de la ciudad, “actos de vandalismo y feísmo que nada tienen que ver con el arte urbano”, que el consistorio sí “potencia”, y que suponen tanto un “daño a la imagen” de la ciudad como un “alto coste económico para las arcas municipales”, explica el edil Miguel Fernández. Tan sólo en el 2022, el Concello gastó cerca de 37.000 euros en la eliminación de pintadas, y se dedicaron a estos trabajos 245 días, por lo que el concejal apela al civismo de la ciudadanía para que se actúe “con el máximo respeto y apego por la ciudad”.
Fernández ha denunciado el aumento de este tipo de actos, a los que la concejalía está realizando un seguimiento con la Policía, “por lo que, si los vecinos tienen alguna idea sobre la autoría, le pedimos que nos lo haga saber”. “Muchas de las pintadas llevan la misma firma”, indica el concejal, que recuerda que estas acciones que dañan y deslucen los bienes públicos y privados constituyen una infracción y llevan aparejadas sanciones de hasta 600 euros.
En las pintadas en bienes públicos se puede actuar con mayor rapidez, señala el edil, mientras que cuando son en edificios y viviendas privados debe primero solicitarlo la propiedad al Concello, lo que implica un procedimiento más lento. La única excepción es el Casco Histórico, donde se suprimen de forma periódica tres veces al año, independientemente de que lo pidan los propietarios o no.
El concejal recuerda que el ejecutivo de Lara Méndez tiene a disposición de la ciudadanía un servicio gratuito de limpieza de fachadas, que atendió 118 demandas, con el fin de mantener una imagen pulcra de la ciudad. Para mejorar el borrado, el nuevo servicio de limpieza de la ciudad, LuceLugo, incorporará en breve maquinaria con vapor, que permitirá mayor agilidad y un mejor resultado.