La alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, llevará al próximo pleno el presupuesto —cercano al millón de euros— para demoler las torres del Garañón. Una cuenta atrás que el gobierno local inicia con la determinación, ya declarada durante el anterior mandato de convertir el espacio que ahora ocupa el esqueleto de la construcción en una nueva zona verde que dé continuidad al Parque de Rosalía de Castro y al cinturón verde de la ciudad.
La regidora, acompañada por el edil de Sostenibilidad Urbana, Álvaro Santos, avanzaba esta mañana los pasos dados desde esta área en los últimos meses para materializar los dos objetivos. Lara Méndez anunció que, por una parte, el ejecutivo local someterá al pleno de este mes la aprobación de una modificación de crédito para darle cobertura económica a la demolición del inmueble y, por la otra, que la junta de gobierno local aprobará mañana la propuesta elaborada desde Sostenibilidad Urbana para escoger los usos de los terrenos en los que se encuentra la edificación.
«Se trata de dar cumplimiento a un dictamen judicial que anula la licencia otorgada en su día para permitir la construcción, pero también de acatar la voluntad de la Corporación —al amparo del acuerdo plenario alcanzado en noviembre de 2018— para que esa modificación puntual prevista de la Unidad de Actuación CS-5 conjugara la menor incidencia económica posible para las arcas municipales con la conversión en zona verde de la mayor superficie posible y también procurando que, en caso de que existiese, la edificabilidad resultante generara el menor impacto visual», explicó la alcaldesa.
Así, el año pasado fue adjudicada a la empresa GAU Arquitectura y Urbanismo una asistencia técnica para que elaborara un estudio de alternativas que siguiesen esas tres premisas, del que salieron cuatro soluciones que van desde la conversión de todo el espacio en zona verde hasta un porcentaje de edificación menor al que ocupa ahora el Garañón, que es el máximo permitido por el Plan General.
Después de que todas las opciones hayan sido evaluadas e informadas por los técnicos municipales, el edil de Sostenibilidad Urbana elaboró una propuesta basada en la interpretación objetiva, mediante una cualificación numérica, en la que se concilian los tres parámetros a tener en cuenta.
De este modo, la junta de gobierno de mañana validará la denominada cómo Alternativa 0 siendo esta – según señaló Álvaro Santos- la que implica eliminar el aprovechamiento lucrativo en todo el ámbito, manteniéndose, no obstante, las cesiones existentes de equipamientos que se sitúan en conexión con el viario interior de las costas del parque y la explanada en el pabellón para optimizar su funcionalidad y versatilidad.
«Ya que fue esta la que obtuvo la máxima puntuación de todas las variables ponderadas y la que mejor se ajusta a las prioridades recogidas en el acuerdo plenario referido siendo la que más armoniza con el entorno al respeto de la inclusión de los bienes protegidos que existen en ella», explicó.
El responsable de Sostenibilidad Urbana relató que «las ventajas de esta opción son, fundamentalmente dos: la ampliación del sistema general de zonas verdes de las costas del parque y que las administraciones implicadas darían, así, su conformidad a la tramitación y aprobación definitiva de la modificación puntual que se pretende».
Después del trámite que se realizará mañana, el Ayuntamiento dará traslado de la resolución a GAU para que inicie la Fase 1 del contrato y, en el plazo de tres meses, reúna la documentación necesaria con el fin de remitírsela a la consellería de Medio Ambiente a efectos de la evaluación ambiental.
Paralelamente, el gobierno de Lara Méndez, en base al procedimiento de ejecución subsidiaria y en el caso de no acometer el propietario de los terrenos el derribo del Garañón, habilitará este mes la consignación presupuestaria necesaria para llevarlo a cabo de forma inmediata. Será precisa la aprobación del Pleno de manera que, esta misma mañana, los grupos de la Corporación fueron informados al efecto.
La alcaldesa de Lugo concretó que para la demolición habrá que tener en cuenta varios factores. Uno de ellos es la localización, pero al tratarse de una construcción aislada facilitará su ejecución desde la propia parcela. También hace falta tener en cuenta el tamaño, pues siendo este mayor, más complejidad y coste revestirán los trabajos y la gestión y transporte del escombro generado. Importantes igualmente son el tipo de estructura y los materias, en este caso hormigón y ladrillo, que pueden ser reutilizables a través de procesos sostenibles.
Por su parte, el concejal de Sostenibilidad Urbana adelantó, asimismo, que, toda vez que la demolición se puede realizar por diferentes métodos se entiende acomodado licitar la obra a través de un contrato mixto de redacción de proyecto y ejecución de la demolición, ya que disminuiría el coste de la operación que, de manera estimativa, alcanza los 969.641 euros.
«Hace falta por lo tanto habilitar una partida por ese importe, lo que depende de la decisión del pleno para autorizar la incorporación del crédito, a lo que esperamos, en pro del interés general, muestren su conformidad», concluyó el edil.
