Más de un centenar de personas se han concentrado este domingo en la Praza Maior de Lugo, convocados por la comunidad colombiana en la capital lucense, como muestra de condena al crimen de Cristina Cabo, cuyo cadáver fue hallado el pasado domingo en su domicilio con evidencias de haber recibido múltiples cuchilladas. El presunto autor del crimen es un hombre de 32 años de esta nacionalidad.
Durante la concentración, en la que han participaron varios concejales de la corporación municipal, la candidata del PP a la Alcaldía, Elena Candia, así como la alcaldesa, Lara Méndez, se ha leído un comunicado en el que se ha mostrado el pesar por la muerte de Cristina y se ha condenado «cualquier acto de violencia». Además, se guardaron varios minutos de silencio y los asistentes desplegaron una gran bandera de Colombia con un crespón negro. Por su parte, Lara Méndez ha reiterado las condolencias de toda la ciudad a la familia y conocidos de la víctima y ha aplaudido la «rápida resolución del caso» que ha permitido detener «con agilidad» al culpable de los hechos.
A su vez, ha pedido «no estigmatizar» a una comunidad «integrada en la sociedad lucense» y que «forma parte de manera activa y positiva en la vida de la ciudad». Precisamente, desde el ámbito de la investigación se ha resaltado que el papel de la comunidad colombiana ha sido clave en el esclarecimiento del homicidio. De hecho, fuentes conocedoras del caso han apuntado que fue el propio entorno del hombre -que llevaba desde septiembre residiendo en Lugo- quien le habría puesto en el foco.
La presidenta de la Asociación Provincial de Colombianos en Lugo, Sandra Patricia, ha confesado que «como sociedad es horrible» tener que asumir un crimen como el de Cristina Cabo. Sandra Patricia ha señalado que ni ella ni las más de 400 personas que conforman la comunidad que ella preside conocían personalmente al detenido por el crimen. «Casi nadie lo conocía», ha asegurado. De hecho, ha afirmado que este hombre, que residía con una hermana en Lugo, «se encontraba de paso» en España. La hermana fue la que delató ante la Policía Nacional.
La presidenta de la asociación ha incidido en que «como sociedad esto es muy horrible, que pasen cosas así, este tipo de violencia y cualquier otro tipo de violencia». «Esto fue una cosa muy atroz y todos nos sentimos muy tristes», ha exteriorizado. «Los colombianos no somos así, aquí hay mucha gente trabajadora, que estudia», ha aseverado la representante colombiana, quien ha dicho que esto es algo que «por desgracia, ocurre en muchos sitios y, entre todos, hay que luchar». «Hay que estar en contra de todo esto, es una lacra social», ha sentenciado la activista colombiana.