Uno de los médicos forenses que atendió al bebé de Lugo supuestamente maltratado por sus padres ha asegurado durante el juicio que el pequeño presentaba hematomas “fuertes”, erosiones en párpados y dedos y una hemorragia en la retina que le provocó la pérdida de visión en el ojo izquierdo.
El forense ha testificado este martes en el arranque de la segunda jornada del juicio contra esta pareja, para los que Fiscalía y acusación particular, ejercida por la Xunta, piden 14 años de cárcel, respectivamente, por delitos de maltrato continuado y lesiones.
Durante su comparecencia ante la sala, el profesional ha calificado de “espeluznantes” las imágenes del TAC al que fue sometido el bebé, que tenía menos de tres meses en el momento de los hechos. Según el forense, el pequeño presentaba lesiones cerebrales donde se advertían “quistes muy grandes” con “consecuencias totalmente imprevisibles” al tener “muchas áreas” del cerebro afectadas.
Así, el bebé presentaba “hematomas fuertes, erosiones en los parpados y dedos” y una “hemorragia en la retina” que le habría provocado la perdida de la visión del ojo izquierdo.
El relato de uno de los tres forenses citados a declarar ha abierto el segundo día de la vista en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Lugo el juicio contra estos dos padres, que el martes, en el inicio del juicio, negaron ser los responsables de las lesiones permanentes que padece el niño.
El Ministerio Público sostiene que los padres agredieron al bebé –que en la actualidad reside con una familia de acogida– “en reiteradas ocasiones” desde 2019, “golpeándole y zarandeándolo cuando se ponía a llorar”. Además, aseguran que los padres no atendieron debidamente “las necesidades del menor”, que cuando se produjeron los hechos apenas tenía tres meses, y “no lo mantuvieron en las condiciones higiénicas y sanitarias saludables, ni cumplieron con las revisiones pediátricas correspondientes”.
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