El fraile franciscano que desempeñaba su labor en Pedrafita do Cebreiro -Lugo- y que había sido condenado a 12 años de cárcel por abusos sexuales a una menor y a un primo de esta, que presentaba una discapacidad intelectual, ha muerto esta semana en el Hospital Universitario Lucus Augusti -HULA-.
El alcalde de Pedrafita, José Luís Raposo, ha lamentado el fallecimiento de este religioso que se producía cuando estaba ingresado en la capital provincial tras ser trasladado desde la prisión de Bonxe, donde cumplía esta condena que en noviembre de 2021 era ratificada por el Tribunal Supremo.
Los delitos que fueron juzgados en la Audiencia Provincial de Lugo se remontan a finales de 2014 y principios de 2015, cuando se habría cometido ese abuso sexual continuado a una menor de 16 años y por los tocamientos a un primo de la víctima, que padecía una discapacidad intelectual leve.
El regidor de Pedrafita no ha dudado en lamentar su muerte: “De lo que le conocí, por la colaboración con los servicios públicos del Ayuntamiento, fue un ejemplo. Después, que tuviera otras cosas, no lo sé”.
“Aquí hizo un trabajo de divulgación importante, por lo menos al principio y al nivel de colaborar con el Ayuntamiento en todas las cosas que se hacían y veía que era útil. Tanto él como todos los franciscanos fueron un ejemplo”, ha insistido Raposo. De hecho, el alcalde ha confesado que sí le “sorprendió” el caso de los abusos e incluso ha deslizado que le “costaba creerlo”. “Posiblemente tuvo un gran error. Hay cosas que hizo bien y lo que hizo bien hay que recordarlo”, ha ponderado finalmente.
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