Esta semana se ha celebrado el Día de las Librerías, una fecha para recordar la importancia de estos espacios de conocimiento e ilustración en tiempos cada vez más oscuros para la cultura. Pese a los retos, adaptaciones en ocasiones bruscas y desafíos sociológicos que han enfrentado en las últimas cuatro décadas, desde la irrupción del formato digital hasta el declive en el número de lectores, especialmente entre las nuevas generaciones, las librerías gallegas resisten: según los datos de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros, Galicia es una de las comunidades con mayor densidad de librerías por habitante en España. La librería Balmes, decana en Galicia y una de las cuatro más longevas del país, es un vivo ejemplo de esta resistencia, compartida con muchas otras librerías gallegas que, año tras año, siguen ofreciendo a sus comunidades un punto de encuentro cultural y de identidad.
Con más de 150 años de historia, Balmes, fundada en 1870 en Lugo, ha sobrevivido a múltiples crisis, cambios de propietario y hasta una amenaza de cierre definitivo. Aunque se desconoce el mes exacto de su apertura y el nombre de su primer dueño, su perdurabilidad es un testimonio de constancia. Su primer gran cambio llegó cuando el fundador vendió el negocio a Álvaro González Castrodá, quien, tras años al frente, dejó la librería en manos de sus sobrinas, las hermanas Díaz Corral, Concepción y María, junto a Elisa Franco. Posteriormente, Vicente Montes y José Rábade, empleados de confianza, asumieron también la responsabilidad de la librería junto a Carmen Flores.
Desde hace más de 20 años, los actuales dueños han tomado el testigo, manteniendo la misma ilusión y compromiso con la cultura. “No hay ningún secreto; simplemente, trabajar con constancia y estar al día de las novedades”, comenta Carmen Flores, quien destaca la constancia y la pasión como pilares de la librería en el transcurso de más de un siglo de historia. Pero el camino no siempre ha sido fácil. Uno de los momentos más difíciles fue la expropiación por parte del Concello para la ampliación de un centro de nuevas tecnologías. A pesar de la incertidumbre, la librería Balmes logró establecerse en la zona antigua de Lugo, cerca de su ubicación original, superando así una prueba que casi pone fin a su historia.
Hoy, Balmes sigue siendo un punto de encuentro para nuevas generaciones y clientes fieles. “Primero venía el abuelo por sus libros de texto, luego los padres y ahora los hijos”, explica Carmen Flores, quien ve en estas relaciones un valor añadido: “Conocemos sus gustos, y eso nos permite hacer recomendaciones personalizadas”. El uso del papel ha disminuido no solo en libros, sino también en oficinas y procesos de facturación, según comenta Flores. No obstante, el formato físico sigue siendo el preferido entre su clientela. De acuerdo con el último Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros, el 68,3% de los españoles lee libros de forma habitual, un aumento influido por la pandemia. “Tras la COVID-19, hemos visto más compradores que antes no leían”, observa Flores. Este fenómeno refleja un crecimiento del 59,1% en 2012 al 64,1% en 2023.
Aunque hoy en día existen múltiples vías para adquirir libros, las librerías tradicionales siguen siendo la opción preferida, seguidas de las compras online y las grandes cadenas. El día de las librerías se celebra todos los años el 11 de noviembre con el objetivo de destacar el esfuerzo y dar visibilidad a las pequeñas empresas que se mantienen vivas a lo largo de los años. Se trata de una iniciativa llevada a cabo por la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL) con la idea de crear actividades que fomenten la lectura y la creación de comunidad a través de esta.
Cegal colabora con más de 1.100 librerías en toda España, en las que se han organizado varios eventos como firmas de libros, presentaciones, clubs de lectura y homenajes a escritores y escritoras. En la librería Balmes este año han organizado un club de lectura en el que se reúnen una vez al mes para comentar el libro que han elegido. En esta reunión se contextualiza sobre el autor y se exponen las ideas y sentimientos de cada uno de los participantes tras la lectura. Un valioso acto que fomenta la cultura, la diversidad y la lectura.