El Concello de Cariño ultima su plan de poda de una treintena de aligustres ubicados a ambos lados de la Avenida da Constitución, entre A Pedra y La Solana. Con esta iniciativa, que comenzó a finales de septiembre, el Gobierno local pretende “mejorar la visibilidad y aumentar la seguridad” en el vial para los conductores, viandantes y residentes.
Una vez finalizado el verano y analizada la situación, el ejecutivo liderado por Ana María López puso en marcha este plan de actuación al entender que el estado de los árboles en cuanto a su densidad y a la longitud de sus ramas estaba generando “inconvenientes”, sobre todo en la zona de la gasolinera.
Principalmente en ese entorno del establecimiento petrolero, pero también en otros espacios puntos concretos del tramo, la vegetación impedía una correcta visibilidad del vial a los conductores. De hecho, incluso los vehículos pesados que circulaban por la zona rozaban a su paso con las propias ramas.
A mayores, la excesiva longitud que habían ido adquiriendo las citadas ramas provocaba que alguna incluso llegase demasiado cerca de las casas. Evidentemente, esta circunstancia también generaba incomodidades para los peatones.
Talas para potenciar la seguridad
Por ello, el Concello de Cariño puso en marcha este plan de trabajo que finalizará a lo largo de esta semana y da continuidad a la tala de ejemplares arbóreos del CEIP Manuel Fraga y de las palmeras ubicadas en la praza Roxa, una tala que se ejecutó única y exclusivamente por motivos de seguridad.
Concienciado de la necesidad de minimizar cualquier tipo de riesgo para los jóvenes estudiantes, el ejecutivo local solicitó a los operarios municipales que ejecutasen el corte del tronco de varios árboles ubicados dentro del recinto escolar, cuya altura provocaba que rozasen ya con los cables del tendido eléctrico.
A mayores, en el espacio frente a la Casa Consistorial, un grupo de ejemplares de arecáceas padecían un hogo. La presencia de estos organismos provocaba que se los árboles se estuviesen secando en su zona inferior.
Precisamente ese proceso de secado que sufrían las palmeras infectadas aconsejaba su tala para aumentar la seguridad en la transitada zona. De este modo, se evitaba que se produjesen desprendimientos e incluso caídas del propio árbol.
Una vez finalicen estos trabajos con respecto a los elementos vegetales decorativos, el gobierno local seguirá ejecutando actuaciones para mejorar el mantenimiento del municipio. Todo para potenciar la imagen de Cariño tanto para los vecinos como para los visitantes, una de las claves de la política del nuevo equipo de gobierno cariñés.
