A falta de tres días para la constitución de la Corporación local, es todavía una incógnita quién asumirá el bastón de mando en Cariño: el alcalde en funciones, el socialista José Miguel Alonso Pumar, perdió la mayoría absoluta tras ocho años y, pese a que le ha ofrecido un Gobierno de coalición al BNG, los nacionalistas entienden que su presencia es una línea roja, hasta el punto de dejar que gobierne el PP.
«Somos un partido de izquierdas y no queremos que gobierne el PP ni cambiar la lista de ningún partido, pero haciendo una lectura de los resultados vemos que la gente busca un cambio, sea para el lado que sea», destacó el candidato del BNG, Adrián Pernas, en una entrevista concedida a Radio Ferrol.
Así, y a pesar de que el PSdeG le ofreció un Gobierno de coalición que «no es una mala idea», insiste en que no esté liderado por el actual alcalde, su «línea roja», hasta el punto de que, en caso de no haber cambios, el PP «podría tener un voto de confianza a la hora de gobernar los próximos cuatro años».
«Es una línea roja y no podemos pasar de ella, sería pasar del pueblo y defraudarlo, yendo en contra de los resultados», insistió Pernas, recordando que el PSdeG «perdió votos» mientras que BNG y PP «fueron las fuerzas que subieron».
El candidato nacionalista aseguró que había informado a la dirección del partido, que la semana pasada cerró un acuerdo marco con el PSdeG para favorecer gobiernos progresistas allá donde sea posible, evitando que el PP obtenga más alcaldías.
La responsable comarcal del BNG, Mercedes Tobío, ha declinado manifestarse sobre la situación en Cariño, las negociaciones y la posibilidad de vulnerar ese acuerdo marco. Así, la Executiva Comarcal no se pronunciará hasta el propio sábado.
Mientras tanto, el alcaldable socialista ha destacado que, más allá de la pérdida de votos del PSdeG, «los dos partidos de la izquierda tienen más votos que el PP», por lo que están en disposición de conformar un Gobierno de coalición, descartando la posibilidad de un acuerdo de investidura con el BNG.
«Sólo contemplamos dos alternativas: que gobierne el PP en minoría o que las dos fuerzas de la izquierda constituyan un gobierno unido», relató José Miguel Alonso Pumar, quien entiende que no quiere «aferrarse al cargo», pero que no permitirá «injerencias en el partido». «No tiene sentido que un partido con menos votos le diga a otro con más votos quién debe ser su candidato», sentenció.
«Lo más franco si no hay un acuerdo es que gobierne el PP en minoría; de haber un acuerdo y un programa conjunto habría que sacar esa propuesta adelante, la diferencia entre derecha e izquierda no es de un puñado de votos», concluyó.