Más de un centenar de vecinas y vecinos de San Valentín se concentraron en la plaza de 10 de Marzo para mostrar su rechazo ante el cierre durante julio y agosto de la sucursal de Abanca, única oficina bancaria que existe en el barrio, y también para ordenar las medidas de presión que se han previsto adoptar durante los próximos días para garantizar el mantenimiento del servicio después del verano.
La coordinadora vecinal —integrada por colectivos y particulares— sospecha que la entidad financiera tiene intención de no reabrir en septiembre, siguiendo la senda de cierres de sucursales que ya se produjo en los últimos meses en otros puntos de la comarca. La primera de las acciones de protesta se fijó para este jueves 8 de julio a las 10:00.
La coordinadora lanzó un llamamiento para concentrarse de nuevo a esa hora en la Plaza de 10 de Marzo y subir después hasta la oficina del Cruce de Fene. La idea es formar allí una grande cola “para hacer ingresos de un euro en nuestras cuentas o solicitar información sobre seguros, que es el único que atienden ahora”.
De este modo, y como medida de protesta, se espera “bloquear” el funcionamiento de la entidad para hacerle ver a Abanca “la presión de un barrio obrero” que en este momento solo tiene como opción un cajero automático.
El portavoz de la coordinadora, Juan Miraz, explicaba esta mañana que la sucursal de San Valentín “ya la quisieron cerrar en 2017” y que la acción conjunta del vecindario y del Ayuntamiento en aquel momento consiguió que el servicio se mantuviera. Sin embargo, el año pasado Abanca lo suspendió durante los meses de julio y agosto, centralizando todas las gestiones durante esos dos meses en la oficina del Cruce de Fene.
“Ellos se basan en que se puede funcionar a través del cajero”, comenta Miraz al tiempo que advierte de que “se no hacemos nada, en septiembre no abren”. Una sospecha avalada, segundo la coordinadora, por otras clausuras de oficinas que se produjeron en la comarca. “En Cerdido son 1.000 habitantes y abanca tenía 700 cuentas, el 70 % de la población. Les cerraron la oficina y les dejaron un cajero. Ahora tienen que acercarse a As Somozas o a Moeche”.
Desde la coordinadora se argumenta, además, que “Abanca está ahí porque fue rescatada con 9.000 millones dinero público que no devolvieron. Nosotros entendemos que, aun siendo privada, tiene que dar servicio y vamos a pelear por eso”.
Demanda de una oficina de atención rápida
La coordinadora vecinal demandó el apoyo del Ayuntamiento en las reivindicaciones del barrio —el más populoso de Fene y uno de los más envejecidos— no solo para que se garantice la atención bancaria presencial, sino también para mejorarla.
En este sentido, el gobierno local —que también asistió a la concentración de esta mañana— se comprometió a intermediar con Abanca para que la oficina de San Valentín se convierta, tal y como pide el colectivo, “en una oficina de atención rápida que abra los cinco días de la semana de 8 a 14:00 y también dos días por la tarde para la zona sur de la ría, que cogería Neda, Fene, Ares y Mugardos”.
La coordinadora vecinal defiende el emplazamiento de esta oficina en San Valentín con argumentos como, por ejemplo, las características de las instalaciones, su situación o la facilidad para encontrar aparcamiento.