La Xunta de Galicia ha aprobado la renovación del convenio de bonificaciones al transporte metropolitano para las áreas de A Coruña, Ferrol, Santiago de Compostela y Lugo, asegurando la continuidad de las tarifas reducidas hasta 2028. Este acuerdo, que supone una inversión anual de cinco millones de euros, busca garantizar el acceso a descuentos en los billetes de autobús para los residentes en 55 ayuntamientos de estas áreas. En todo caso, los ayuntamientos tienen que ratificar el convenio y sufragar parte de las bonificaciones mientras continúan las quejas de usuarios e instituciones por el funcionamiento del servicio.
Así, el convenio actual, en el que la Xunta de Galicia aporta el 80% de las bonificaciones y los ayuntamientos el 20% restante, se centra exclusivamente en los descuentos tarifarios, sin incluir modificaciones de líneas o frecuencias de autobuses. Esto ha suscitado fuertes críticas, especialmente en la comarca de A Coruña, donde varios ayuntamientos han advertido de su posible negativa a renovar el acuerdo si no se amplían las frecuencias y se mejoran las rutas tal y como vienen exigiendo los usuarios desde la puesta en marcha del actual contrato de transporte por carretera, en 2019.
La propia Xunta ha subrayado que el convenio no contempla modificaciones en el servicio, sino únicamente la aplicación de bonificaciones y que, de no estar conformes con su contenido y negarse a firmarlo, las tarifas volverían a subir o serían los propios ayuntamientos los que tendrían que hacerse cargo de las bonificaciones.
Para reducir las tensiones previas al anuncio de este convenio la Xunta ha anunciado que reunirá a los ayuntamientos en una comisión de seguimiento antes de la firma definitiva del convenio, aunque aclara que no será un espacio para negociar cambios generales en el Plan de Transporte Público de Galicia. Esta respuesta no ha satisfecho a usuarios y ayuntamientos, que demandan que los fondos asignados se destinen también a mejorar el servicio o, en su defecto, a aplicar sanciones a las concesionarias que no cumplan con los estándares de calidad exigidos.
Así, aunque el convenio garantiza las bonificaciones para el próximo cuatrienio, los problemas estructurales en el servicio de transporte por carretera continúan, con gente que se queda sin plazas, falta de frecuencias, autobuses que no pasan, incumplimientos de horarios o autobuses no adaptados para personas con movilidad reducida. Estos problemas se acentuaron con el último Plan de Transporte Público de Galicia, duramente criticado por el Consello de Contas.