La ciudad de A Coruña contará en 2026 con un presupuesto municipal de 375,3 millones de euros, fruto del acuerdo alcanzado entre la alcaldesa Inés Rey y el portavoz del BNG, Francisco Jorquera. Ambos dirigentes defendieron este lunes que las nuevas cuentas representan un ejercicio de responsabilidad compartida entre dos fuerzas políticas distintas, centradas en mejorar la calidad de vida de los vecinos desde los barrios y sin aumentar la carga fiscal.
Dentro del presupuesto, se destinan 58 millones de euros a inversión pública directa, una de las cifras más altas de los últimos años. Ese montante permitirá ejecutar actuaciones en todos los distritos de la ciudad, con especial atención al entorno urbano, las infraestructuras verdes, los parques infantiles, la vivienda pública y la rehabilitación de equipamientos. Solo en el marco del Plan de Barrios, se prevé una inversión de 5 millones de euros para humanizar y regenerar espacios públicos entre 2025 y 2027, mientras que el Plan de Parques Infantiles movilizará 10 millones para nuevas áreas de juego, muchas de ellas cubiertas.
A ello se suma una partida de 2 millones de euros para renovar la red de alumbrado público en más de una decena de barrios, además de 500.000 euros para ampliar el arbolado urbano, 250.000 para mantener y mejorar zonas de juego y biosaludables, y 300.000 euros para nuevas áreas caninas. En cuanto a la movilidad y sostenibilidad, se invertirán 300.000 euros en la incorporación de carriles bici en zonas escolares, 150.000 en inteligencia artificial para optimizar la intermodalidad, y otros 90.000 para mejorar el sistema de bicicletas públicas.
El bloque de inversiones más voluminoso corresponde a las nuevas dotaciones y equipamientos públicos, con una asignación de 18,6 millones de euros. Este capítulo incluye la nueva estación intermodal, la renovación del Fórum Metropolitano, nuevas bibliotecas digitales en Palavea y Novo Mesoiro, y la creación de centros cívicos y sedes municipales en barrios con necesidades de infraestructura social.
La política de vivienda también se refuerza con una inversión de 4,25 millones de euros para la construcción de vivienda pública en Xuxán. Paralelamente, se destinan 1,5 millones a subvenciones de rehabilitación y 1,15 millones más para mejoras de accesibilidad, con ayudas a la instalación de ascensores y reformas en edificios antiguos. Además, el Ayuntamiento contempla 1,9 millones para la adquisición de suelo urbano con fines residenciales y de servicio público.
Entre las grandes líneas estratégicas, destacan los compromisos con proyectos metropolitanos e interadministrativos. La Cidade das TIC recibirá 3,5 millones de euros, y el futuro hospital Novo Chuac, dependiente de la Xunta, cuenta con una asignación de 4,2 millones para el desarrollo de accesos. Rey reclamó al Gobierno gallego y al central que aceleren los trámites y eviten nuevos retrasos. Sobre la reforma de Riazor de cara al Mundial 2030, la regidora recordó que el presupuesto está diseñado con margen suficiente para adaptarse si se cierran acuerdos de cofinanciación con otras administraciones.
En el ámbito de los mercados, se completará la rehabilitación del de Santa Lucía, con una inversión prevista de 2,73 millones, y se cerrará la obra pendiente del mercado de Monte Alto, con una dotación de 990.000 euros. También se incorporan 2,6 millones para los presupuestos participativos de 2026.
El acuerdo entre PSOE y BNG establece además un calendario para la normalización de servicios públicos actualmente bajo contratos vencidos. Entre el cuarto trimestre de 2026 y el primero de 2027 deberán licitarse los nuevos servicios de recogida y limpieza viaria, así como el tratamiento de residuos en la planta de Nostián. Durante los primeros meses del año se impulsará también el nuevo contrato de transporte urbano y la activación del Plan Estratéxico 2030–2050.
Desde la oposición, el Partido Popular cargó contra el pacto acusando al BNG de dar respaldo a una alcaldesa «triplemente denunciada por acoso», en alusión a las denuncias de dos exconcejalas y una actual integrante del gobierno municipal. El portavoz popular, Roberto Rodríguez, calificó las cuentas como “los presupuestos de la vergüenza”, y aseguró que el PSOE ha pagado un alto precio político para asegurarse el apoyo nacionalista.
Frente a esas críticas, tanto Rey como Jorquera defendieron el acuerdo como una muestra de madurez política y sentido institucional. La alcaldesa afirmó que es “un bo día para a cidade” y reivindicó que el pacto responde a las demandas reales de los vecinos, mientras que el portavoz nacionalista aseguró que, en un momento de desgaste del debate público, la ciudadanía exige “unha política útil, centrada nas súas necesidades e na capacidade de chegar a acordos”.
