Tras los incendios del verano, que arrasaron unas 171.000 hectáreas en Galicia, y con la llegada de la temporada de lluvias, las asociaciones ecologistas alertan sobre la aparición del «chapapote del monte” en los ecosistemas fluviales gallegos.
Y es que las cenizas descienden arrastradas por el agua de lluvia, formando un lodo que podría afectar no solo a los ríos, sino también a los suministros de agua de diversas poblaciones.
Según denuncian estas asociaciones, el ‘chapapote del monte’ podría llegar hasta la desembocadura del Miño, extendiendo la contaminación a lo largo de las rías y del propio Atlántico.
Los ecologistas aseguran que alertaron a las autoridades en tiempo y forma a principios de agosto, pero que «non tomaron as medidas axeitadas». Tras más de dos meses de «inacción», denuncian un “vergoñento desleixo” que se refleja en las imágenes que han registrado y compartido a través de las redes sociales.
O "chapapote do monte" xa ven río abaixo emporcallando os mananciais, ecosistemas fluviais, chegará a desembocadura do Miño e as "Correntes do Nadal" espallará a contaminación ao longo das rías e do Atlántico…#LumesNuncaMais #StopIncendiosForestales #NuncaMais pic.twitter.com/GPwqcoh0id
— ecoloxistas Orille Arnoia Atlántica e Verde (@ecoloxistasOrAr) October 28, 2025
“Era unha crónica anunciada, monte queimado e espido. Ou se facían os traballos de emerxencia ou miles de toneladas de chapapote de monte altamente contaminante ían acabar arrasando os ecosistemas”, alertan.
Las asociaciones responsabilizan tanto a la Xunta de Galicia como a la confederación hidrográficas del Miño-Sil por «non reaccionar e activar medidas axeitadas a catastrófica situación na que quedaron os montes despois da vaga dos lumes».

