El barrio coruñés de Labañou es el escenario de un ambicioso proyecto urbanístico que prevé la construcción de cerca de 400 viviendas, de las cuales un 40% serán de protección pública. El plan, aún pendiente de aprobación inicial, busca ser sostenible, accesible y conectado con el entorno marítimo. Ya cuenta con la certificación provisional de sostenibilidad ambiental BREEAM® ES Urbanismo, que exige la aplicación de los más altos estándares desde las primeras fases del proyecto. Además, la iniciativa ha incorporado la participación ciudadana desde el principio, con el objetivo de diseñar un barrio adaptado a las necesidades de su comunidad.
Desde 2022, el proyecto denominado “Novo Sendeiro”, ha sido un proceso de diálogo y co-diseño liderado por promotora inmobiliaria Metrovacesa y el estudio de arquitectura Zuloark, que ha involucrado a vecinos, universidades y entidades sociales de A Coruña. A través de talleres y encuentros, los participantes han planteado propuestas que están siendo incorporadas al diseño del plan urbanístico. Estas incluyen la ampliación de zonas verdes, la integración del barrio con el mar, la peatonalización de calles y la promoción de movilidad alternativa como el uso de bicicletas.
La sostenibilidad como eje central
La sostenibilidad es el eje central del Plan Especial de Labañou. Se han planteado medidas para reducir el impacto ambiental, como el uso de energía solar mediante paneles fotovoltaicos, la integración de vegetación autóctona que requiere menos agua y la apuesta por soluciones que reduzcan el consumo energético y las emisiones de CO2. Además, el tráfico rodado y el aparcamiento se soterrará para homogeneizar alturas y liberar espacio en superficie para dar prioridad a peatones y ciclistas.
La colaboración no se queda en ideas generales: también se han desarrollado iniciativas concretas, como la elaboración conjunta de un ‘Manual de urbanismo universal y prototipado de mobiliario específico para el PE de Labañou’, elaborado junto a la Escuela Universitaria de Diseño Industrial de Ferrol y la Asociación ASPRONAGA. Estas acciones refuerzan el compromiso del proyecto con la accesibilidad universal y la inclusión.
Aprovechar el agua de lluvia
Este enfoque sostenible también abarca la gestión del agua, con sistemas que aprovechan el agua de lluvia, y un diseño arquitectónico que prioriza las orientaciones más soleadas para reducir la demanda energética de las viviendas. Todo está orientado a crear un barrio más eficiente y respetuoso con el medio ambiente.
Además, para mantener un diálogo constante con la comunidad, el proyecto cuenta con una oficina de información y una web donde se pueden consultar los avances y participar en actividades relacionadas con el desarrollo del barrio para garantizar que las aportaciones vecinales sigan siendo una parte esencial del proceso.