Un camionero fue detenido el pasado sábado en la carretera CG-1.5, que une Santiago con Noia. El conductor, que arrastraba una orden judicial de búsqueda y captura, fue sorprendido circulando a 168 kilómetros por hora con un tráiler cargado de productos perecederos. Ocurrió a las 04.30 horas de la madrugada, en plena operación de control de velocidad de la Dirección General de Tráfico.
La Guardia Civil detectó el vehículo cuando avanzaba haciendo eses y sin mantener una trayectoria estable. Tras darle el alto, los agentes inspeccionaron el tacógrafo del camión y confirmaron sus sospechas: el vehículo llevaba tiempo rodando a 120 km/h y había alcanzado picos muy por encima del límite legal para este tipo de transporte, que no debe rebasar los 90 km/h.
El conductor fue denunciado por conducción temeraria, una infracción que conlleva la pérdida de seis puntos del carné, y acumuló varias más: el limitador de velocidad estaba desactivado, no tenía autorización para el transporte público y había vulnerado los tiempos de conducción y descanso reglamentarios.
Pero lo más grave llegó al identificarlo. Los agentes comprobaron que el hombre tenía pendiente una orden judicial de detención, por lo que fue arrestado en el acto y trasladado a los calabozos de la Guardia Civil de Boiro. Allí permaneció a la espera de ser puesto a disposición judicial.