Horas después de que la tasa turística sea una realidad en A Coruña, la capital gallega se une a la implantación de esta contribución.
Así se ha votado esta mañana en Raxoi, donde la ordenanza ha salido adelante de la mano de los votos del BNG, Compostela Aberta, PSOE y concejales no adscritos, siendo el Partido Popular el único que se ha abstenido.
Desde el 1 de octubre de este mismo año, aquellas personas que escojan Santiago de Compostela como destino vacacional verán el precio de su estancia ligeramente encarecido, entre uno y 2,5 euros. Este incremento afectará a los viajeros cuya estancia dure cinco días o menos.
La implementación de este pago viene envuelto en polémica, pues los grupos de la oposición aseguran que no ha habido un diálogo entre el concello y la hostelería de la ciudad. «Esto es una tremenda chapuza», ha afirmado el portavoz de los populares, Borja Verea, quien afirma que está habiendo una «ruptura social» entre el concello y el sector.