«Galicia está a la cola en enfermería, con solo cinco profesionales por cada mil habitantes”

El secretario de acción sindical del Sindicato de Enfermería, SATSE en Galicia, Manuel Fariñas afirma que la precariedad del sector impacta directamente en la mortalidad de los pacientes
SATSE sindicato enfermeras Galicia
Secretario de acción sindical en Galicia de SATSE, Manuel Fariñas
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Según el último informe presentado por el Ministerio de Sanidad, Galicia solo cuenta con cinco enfermeras por cada mil pacientes, ocupando el segundo puesto por la cola entre las comunidades de España. Esto quiere decir que para los más 2.700.000 gallegos hay cerca de 13.000 enfermeras. También se queda lejos de la media española, que es de 6,3, que además, sigue siendo muy baja en comparación a la media europea, que está en un 8,5. Según estos datos, España necesitaría incorporar entre 8.000 y 10.000 profesionales de enfermería para alcanzar la media de la Unión Europea.

La precariedad de este sector, la sobrecarga de trabajo y las malas condiciones laborales hacen que se esté llegando a unos límites insostenibles, según afirma el secretario de acción sindical del Sindicato de Enfermería, SATSE en Galicia, Manuel Fariñas. Se trata de una doble vertiente que impacta por un lado, sobre la moral de los profesionales y, por otro, sobre la mortalidad de los pacientes. “Hay muchos estudios que confirman que unas ratios demasiado bajas dan lugar a que los pacientes tarden más en curarse, haya más retrasos en las altas y un aumento de la mortalidad en los pacientes”, explica Fariñas. Entre 2014 y 2022, el número de enfermeras creció notablemente: un 11% en atención primaria, un 36,9% en urgencias y emergencias, y un 27,2% en hospitalaria. Sin embargo, este crecimiento sigue siendo insuficiente en comparación con los países de la Unión Europea.

La Proposición de Ley de ratios enfermeras lleva más de cinco años pendiente de aprobación en el Congreso de los Diputados. En ella se especifica que “se asignará un máximo de 6 pacientes por cada enfermera, pudiéndose asignar hasta 8 en función de las condiciones de salud, de las características de la unidad y de la franja horaria de trabajo”. Estas cifras contrastan notablemente con la realidad, en la que cada enfermero o enfermera puede llegar a atender a 24 pacientes en una planta hospitalaria. El secretario de SATSE afirma que es una situación “penosa” y que “al igual que los profesores tienen un máximo de alumnos por clase, los enfermeros y enfermeras también deberían tener un número máximo de pacientes para atender”. 

El estudio del Ministerio también ha detallado que, en una encuesta realizada a más de 55.000 enfermeras, el 39,4% de las profesionales manifestó su intención de abandonar la profesión en los próximos diez años. “Es verdad que esto no quiere decir que todas lo vayan a hacer, pero Galicia es la tercera comunidad en la que peor pagan a las enfermeras”, lo que da lugar no solo a abandonar este trabajo, sino también a la fuga de profesionales hacia otras regiones españolas.

En Galicia, las enfermeras trabajan 36,2 horas semanales, por encima de la media nacional de 35 horas, ya que es una de las siete comunidades que todavía no ha reconocido el tiempo de “solape” en el que se explica al siguiente enfermero o enfermera el estado de los pacientes, las personas que necesitan ayuda prioritaria e información adicional que deban saber, “las enfermeras regalamos este tiempo y el SERGAS sigue sin querer reconocerlo”. Según el Sindicato, las enfermeras dedican una media de 80 horas al año a este solape de jornada.

El sindicato de enfermería SATSE denuncia que la precariedad y explotación laboral que afectan a los profesionales sanitarios se ha intensificado en lugar de mejorar, a pesar de ser un problema arrastrado desde hace años. Por ello, exige al Ministerio de Sanidad y a la Xunta la adopción de medidas concretas que pongan fin a esta situación.

Falta de seguridad en los hospitales gallegos

El pasado martes, la gerencia del área sanitaria de A Coruña y Cee ha anunciado diez medidas para hacer frente a las situaciones violentas como la vivida hace unos días en el hospital coruñés, en la que un paciente con problemas psiquiátricos atacó con una navaja a un enfermero y a un vigilante de seguridad. Entre las principales acciones, piden buscar soluciones para dotar de más recursos a la salud mental, el aumento de efectivos de seguridad y la revisión de los protocolos existentes, siempre con la asesoría de expertos.

También se revisarán los protocolos clínico-asistenciales para tratar a pacientes potencialmente agresivos y se seguirá trabajando en el análisis de causas relacionadas con las agresiones. Se proporcionará apoyo psicológico a todas las personas afectadas, no solo a quienes sufran agresiones físicas o verbales, sino también a quienes tengan dudas o temores relacionados con este tema y se ofrecerá asesoramiento legal para aquellos involucrados en situaciones de violencia en el entorno sanitario.

Otras medidas incluyen la ampliación del uso del botón de pánico en el hospital, una reunión con la Fiscalía gallega para colaborar en la búsqueda de soluciones, y la creación de una nueva unidad de salud mental, que aumentará las camas disponibles en un 40% junto con más personal facultativo. También se prevé aumentar las derivaciones a centros concertados en caso de falta de camas.

Desde el SATSE indican que la mayoría son medidas que ya se deberían haber llevado a cabo antes y que la prevención es “algo básico, pero lo más importante”. Manuel Fariñas añade no se debe esperar a que pasen este tipo de agresiones para empezar a proteger al equipo sanitario, además de que no se debe obviar los distintos tipos de violencia que sufren a diario el personal hospitalario, como insultos o amenazas, ya que “no van por la vía penal si no hay una agresión física, pero debería existir un protocolo que ampare a los trabajadores y trabajadoras del sector”.

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