Este lunes 29 de septiembre entra en vigor la tasa turística en la ciudad de A Coruña.
Los visitantes pagarán entre 1 y 2,50 euros por pernocta. Un precio que irá dirigido a hacer frente a los gastos derivados del flujo de visitantes que visitan la ciudad y que permitirá llevar a cabo inversiones vinculadas a la promoción, protección y fomento del turismo sostenible.
Desde el consistorio advierten que A Coruña experimenta un «flujo creciente de visitantes» que llega a suponer un «12% adicional de la población residente».
Los turistas abonarán su tasa en los establecimientos hoteleros en los que se alojen, aunque hay algunas excepciones: «Ni los cruceristas, ni los deportistas federados que acudan a competiciones, ni las personas que pernocten por motivos médicos, ni los ciudadanos que se vean obligados a dormir en un hotel por tener obras en su casa tendrán que pagar». Se suman a esta excepción «los asistentes a congresos promovidos o respaldados por el ayuntamiento» y también «los menores de edad».
La llegada de esta tasa no ha sido bien recibida por la Asociación Empresarial de Hospedaje de A Coruña (Hospeco). Según Agustín Collazos, presidente de esta asociación, ellos rechazan este pago, pues aseguran que la ocupación hotelera anual de A Coruña ronda de media «el 60% según el INE». Incide también en que al sector le «hubiera gustado participar activamente antes».
Santiago se suma el 1 de octubre
La tasa turística también llegará a Santiago esta misma semana, a partir del 1 de octubre. El gobierno local decidió posponerlo tras varias conversaciones con el sector hotelero, que no veía propicio iniciar esta recaudación en plena temporada alta.
Por ello, la Unión Hotelera Compostela presentó un recurso para el que el Concello ultima las alegaciones correspondientes, aunque ya inciden en que «los alojamientos son los encargados de cobrar a las personas que se alojan el importe correspondiente de recarga municipal, que se establece según un cuadro de tarifas en función del tipo de alojamiento». Desde el consistorio recuerdan que «no es una tasa turística sino una recarga municipal al impuesto gallego a las estancias en alojamientos turísticos».