Historiadores, arqueólogos y antropólogos forenses trabajan, desde este lunes 27 de octubre, en el atrio de la iglesia de Santa María de Asados, en Rianxo. Se trata del grupo HISTAGRA-CISPAC-USC, que ha iniciado una nueva campaña de exhumaciones para recuperar los restos de dos hombres asesinados tras el golpe militar de 1936.
Los investigadores trabajan sobre una fosa situada en el propio adro del templo, donde fueron enterradas dos víctimas de la violencia golpista: Manuel Piñeiro Abeijón, vecino de Boiro, y Francisco López Pérez, natural de Taragoña. El primero fue asesinado el 14 de agosto de 1936 en el alto de la Paradegua, y su cuerpo fue abandonado junto a la iglesia de Asados. Un mes después, el 12 de septiembre, López Pérez corría la misma suerte en el mismo lugar.
Estas tareas forman parte de la campaña de 2025 del grupo universitario, que desde hace años estudia el impacto de la represión en Galicia combinando el trabajo histórico con la investigación científica y la recuperación de los restos mortales de las víctimas.
Una vez concluidos los trabajos en Rianxo, el equipo se trasladará el 10 de noviembre a Luou (Teo), donde intervendrá en una fosa relacionada con la resistencia guerrillera antifranquista.
En el cementerio de la iglesia de Santa María de Luou reposan los cuerpos de cuatro miembros de la V Agrupación, comandada por Benigno Andrade, “Foucellas”, una de las figuras más conocidas de la guerrilla gallega. Los guerrilleros enterrados allí son Ricardo Fernández Carlés, de Pontecesures; Florentino Menéndez Palacios, de Sama de Langreo; Manuel Agrasar Cajaraville, conocido como “Barbarroja”, natural de Iria Flavia (Padrón); y Vicente López Novo, apodado “el hijo de la Nova”, de Santa Uxía de Ribeira.
El equipo trabaja en el informe histórico preliminar, que analiza distintas fuentes y testimonios sobre los hechos ocurridos el 19 de mayo de 1948 en el lugar de Loureiro, en Luou. Aquel enfrentamiento entre la Guardia Civil y la resistencia terminó con la muerte de los cuatro guerrilleros y de un agente del cuerpo. Lograron escapar, según las investigaciones, “Foucellas” y Xosé Ramuñán Barreiro.
