Los gallegos Pedro y Muño, precursores del matrimonio gay hace mil años

En el año 1061 se registró la unión de dos vecinos de Ourense: hoy, ese documento está considerado uno de los primeros testimonios de una relación entre personas del mismo sexo en España y Portugal

Pedro Díaz y Nuño Vandilaz, casados en la iglesia de santa María de Ordes, el 16 de abril de 1061

El 16 de abril del año 1061, en plena Edad Media, se produjo el primer matrimonio homosexual documentado en la península ibérica: la unión entre Pedro Díaz y Muño Vandilaz, dos vecinos de la parroquia de Santa María de Ordes, situada en el concello de Rairiz de Veiga, Ourense. Este hecho, pondría una nota de color en una época oscura, pero es que lo más llamativo es que se realizó en presencia de testigos y fue registrado en un documento que estipulaba las condiciones de su relación. No hubo ostracismo ni ocultamiento. Y ahora, este matrimonio es considerado en la actualidad como uno de los primeros testimonios escritos de una relación entre personas del mismo sexo en España y Portugal.

Según el acuerdo oficial, ambos contrayentes prometieron cuidarse mutuamente y compartir tanto sus bienes como las responsabilidades domésticas y laborales. “Y si Pedro muriese antes que Muño, dejará a Muño la propiedad y los documentos. Y si Muño muriese antes que Pedro, le dejará la casa y los escritos”, reza el texto del contrato, que estaba depositado en el tumbo de Celanova hasta su traslado al Archivo Histórico Nacional de Madrid.

Se sospecha que pudo haber otros

Este matrimonio no fue el único de este tipo en la Europa medieval, pero es el más antiguo registrado en la península. Aunque se sospecha que pudo haber otros, no existe documentación que los corrobore, lo que convierte a Pedro y Muño en la pareja pionera en cuanto a matrimonios homosexuales documentados en España.

Este importante documento salió a la luz gracias a las investigaciones del medievalista estadounidense John Boswell, quien en su libro `Las bodas de la semejanza´ explora las uniones entre personas del mismo sexo en la Europa premoderna, y cómo en los primeros siglos del cristianismo estas uniones eran, en algunos casos, toleradas e incluso oficializadas por rituales similares a los del matrimonio heterosexual.

Por otro lado, el filólogo gallego Carlos Callón también investigó a fondo esta unión, destacando que el documento “pone de relieve las uniones entre personas del mismo sexo. Callón piensa que se debe “desarmarizar a historia” a través de un recorrido con “auténticos eruditos que nos mostran que outros tipos de masculinidades xa existían na Idade Media”.

 

El filólogo gallego Carlos Callón | XERAIS

También argumenta que durante la Edad Media existía una cierta permisividad hacia las relaciones homosexuales, señalando que en ese tiempo no había una frontera clara entre amistad y amor, y que muchas relaciones entre hombres eran reconocidas públicamente.

Corresponsabilidades

Pedro y Muño compartían responsabilidades sobre la casa y la iglesia de Santa María de Ordes, que eran de su propiedad. En el acuerdo se especificaba: “Pedro Díaz y Muño Vandilaz pactamos entre nosotros y para conocimiento de los demás […] en lo relativo a la casa y a la iglesia de Santa María de Ordes, que poseemos los dos y en la cual somos iguales en trabajo, en acoger visitas, en cuidarla, decorarla y gobernarla, así como plantar, edificar y trabajar en la huerta”.

Algunos críticos argumentan que esta unión pudo haber sido una adelfopoiesis o “ceremonia de hermanamiento” que, aunque se celebrara en una iglesia y fuera oficiada por un sacerdote, no tenía connotaciones afectivas o sexuales. Callón discrepa, y sostiene que “no se siguió ese ritual, sino que fue una unión entre dos hombres que prometen repartirse los bienes y cuidarse durante toda su vida”: la ceremonia tenía un fondo afectivo y era equivalente a lo que hoy conocemos como un matrimonio civil.

Los prejuicios homófobos nacen en el siglo XI

Según los estudios de Boswell, el cristianismo no condenó de manera sistemática las relaciones homosexuales hasta el siglo XII. Durante los primeros mil años del cristianismo no existía una palabra específica para referirse al “pecado de sodomía”.”Los prejuicios homófobos nacen en el siglo XI y se consolidan durante la Baja Edad Media”, siendo las monarquías autoritarias las que comenzaron a regular y castigar estas relaciones, como ocurrió con Alfonso X en Castilla o los Reyes Católicos, cuenta Callón.

En el sentido estricto de lo que significa un matrimonio, esta pareja cumplía con los requisitos: se comprometieron no solo a compartir bienes, sino también a cuidar el uno del otro de manera equitativa. Esto en la época era raro incluso en los matrimonios heterosexuales, que solían estar más vinculados a intereses económicos que afectivos.

 

 

Ahora la pregunta es si es correcto usar el término “matrimonio homosexual”, ya que el concepto de matrimonio, tal como lo entendemos hoy en día, no comenzó a ser regulado por la Iglesia hasta el siglo X y no se convirtió en sacramento obligatorio hasta el IV Concilio Lateranense en 1215. No obstante, los documentos relativos a Pedro y Muño muestran que su relación fue una unión profunda, con implicaciones jurídicas, de convivencia y de herencia similares a las de un matrimonio heterosexual.

En definitiva, la historia de esta pareja medieval refleja cómo, durante mucho tiempo, las relaciones entre personas del mismo sexo existieron en la península ibérica, y cómo estas uniones fueron reconocidas, toleradas y, en algunos casos, oficializadas antes de que el prejuicio homofóbico consolidara su dominio en la sociedad.

 

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