La asociación vecinal de Canido ha firmado este pasado viernes la cesión de la parcela de una particular en la calle Celso Emilio Ferreiro, con el objetivo de desarrollar un prototipo de bosque comestible. La asociación ha agradecido a la propietaria su colaboración y ha destacado la importancia de la localización. “Interesábanos esta finca porque é moi xeitosa e é un lugar próximo tamén ao lavadoiro de Insua. Son mil metros cadrados, polo que é o tamaño perfecto para este proxecto”, explicó Roberto Taboada, presidente de la asociación vecinal de Canido.
La idea consiste en plantar árboles frutales, hierbas aromáticas y medicinales y plantas de suelo. También quieren crear un espacio de ocio y de tránsito que haga posibles las visitas y la pedagogía a los escolares “para que a xente coñeza e poida ver os procesos de crecemento”. “Queremos facer algo en formato reducido para ver se no futuro se podería ampliar, pero ahí xa necesitaríamos a axuda da administración”. Hablan de 25 mil metros cuadrados , y de crear un lugar para el paseo, para el deporte e incluso una zona con mesas y bancos.
La primera acción que llevarán a cabo es una jornada de trabajo comunitario el sábado 5 de marzo. En ella desbrozarán, y limpiarán la maleza para poder meter maquinaria, una actividad a la que está invitada todo el que quiera. “Se temos xente dabondo, tamén queremos dar un repaso ao lavadoiro de Insua. A pila volve estar chea de verdín e queríamos darlle unha pintada as partes con graffiti”, describe Taboada.
Cuando empiecen a plantar también sacaran en marcha una campaña llamada ‘Amadriña unha árbore’, con el objetivo de que con una pequeña donación económica alguien le pueda poner su nombre a un árbol y conseguir fondos para el plantado.
Defienden que las posibilidades son múltiples, pero que su objetivo es “que a natureza volva ser proveedora de recursos e renovar o vinculo das persoas co medio natural. Tomar conciencia e que a veciñanza poida pasarse e coller menta fresca, cilantro…”
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