«Una piedra me cayó encima, pero eso no es culpa mía»

A sus 82 años, Remigio sigue al volante con la misma seguridad que cuando sacó el carné en 1969; su único accidente en 55 años lo causó un temporal
Remigio conduce desde 1969 y nunca ha tenido un accidente | ENFOQUES
Remigio conduce desde 1969 y nunca ha tenido un accidente | ENFOQUES

Remigio Legarreta Barreiro tiene 82 años y sigue conduciendo con la misma seguridad que cuando sacó el carné en A Coruña en 1969. Sus trayectos son cortos. Se mueve sobre todo entre Ferrol y Meirás, pero para él el coche es imprescindible. «Si tengo que ir a Santiago, no hago ni una parada. Y si voy a Madrid, creo que también lo haría del tirón», dice con firmeza. Conduce porque se siente capaz y porque, como él mismo insiste, «el estado de cada persona es diferente. Hay que mirar las aptitudes que uno conserva». En Galicia, muchos mayores piensan como él.

En la comunidad hay casi 16.000 conductores de entre 65 y 69 años, más de 8.500 entre 70 y 74, y más de 6.000 que superan los 74, según el Anuario Estadístico General 2023. Para muchos, el coche sigue siendo la única opción de movilidad, sobre todo en el rural, donde el transporte público es prácticamente inexistente o limitado en horarios.

«Si quieren parar a tomar un café, que me avisen, porque yo sigo»

En España, el permiso de conducir se renueva cada diez años hasta los 65 y cada cinco a partir de esa edad. Pero tras los 70, la vigencia puede reducirse según la evaluación médica. Problemas de visión, reflejos más lentos o enfermedades como la diabetes pueden derivar en restricciones o incluso en la retirada del carné. Aunque no hay cifras oficiales sobre cuántos mayores gallegos dejan de conducir por estas razones, las asociaciones de automovilistas aseguran que los casos van en aumento.

Para Remigio, «lo de la edad no tiene que ver». Él nunca ha tenido un accidente grave. «Bueno, una vez me cayó una piedra en un temporal encima del coche, pero eso no es culpa mía», bromea. Mientras su salud se lo permita, seguirá conduciendo. «Voy con mis hijos y les digo que si quieren parar a tomar un café, que me avisen, porque yo sigo».

Más carreteras, más tráfico, más desafíos

La red viaria ha cambiado mucho desde que Remigio era conductor nobel. «Las carreteras están mejor. Ahora hay más autovías, más alumbrado y se va más seguro». Sin embargo, los cambios en la señalización, la proliferación de rotondas y el incremento del tráfico pueden suponer un reto para los conductores mayores, acostumbrados a una circulación más simple.

El Paseo del Orzán, en 1988. A la derecha en 2010 | XOSÉ CASTRO. R-VOLUCIÓN CORUÑA


Los datos de la DGT muestran que a pesar de que, a pesar de que alguna vez, otros pilotos más jóvenes les recriminen su edad al conducir, los mayores de 65 años no son los que más accidentes provocan. Aunque cuando están involucrados, la letalidad es mayor debido a su fragilidad física. En 2022, el 27% de las víctimas mortales en accidentes de tráfico en España tenían más de 65 años.

En Galicia, donde el envejecimiento poblacional avanza más rápido que en el resto de España, la pregunta no es cuántos mayores seguirán conduciendo, sino cómo garantizar que lo hagan con seguridad. Mientras las alternativas de movilidad sean escasas, muchos seguirán al volante, como Remigio, que no baraja opciones: «Conduciré hasta que me pase algo que me limite».

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