Veterinarios gallegos llevan su protesta a Madrid: “Nos están quitando el criterio clínico”

El próximo 5 de marzo se manifestarán frente al Ministerio de Agricultura en Madrid y la Delegación del Gobierno en A Coruña en contra del Real Decreto 666/2023
Olalla de Hoyos al frente de la pancarta en la pasada manifestación del 23 de febrero en A Coruña
Olalla de Hoyos al frente de la pancarta en la pasada manifestación del 23 de febrero en A Coruña

La protesta contra el Real Decreto 666/2023, que regula la prescripción de antibióticos en el ámbito veterinario, vuelve a tomar las calles. Este miércoles 5 de marzo, entre las 10:00 y las 12:00 horas, una macromanifestación frente al Ministerio de Agricultura en Madrid reunirá a veterinarios de todo el país, mientras que en Galicia el sector se concentrará frente a la Delegación del Gobierno en A Coruña. «No todos podemos ir a Madrid, pero queremos apoyar a los compañeros desde aquí», explica Olalla De Hoyos, del comité organizador en Galicia.

El Real Decreto, en vigor desde el 1 de enero, impone restricciones en la prescripción de antibióticos que los veterinarios consideran un ataque a su libertad profesional y una amenaza para la salud de los animales. «Nos obliga a utilizar antibióticos menos efectivos, aunque sabemos que existen opciones mejores», denuncia De Hoyos. «Queremos que nos devuelvan nuestro criterio clínico. No queremos vender medicamentos, solo poder administrar los tratamientos adecuados con libertad y responsabilidad».

Un sector en pie de guerra

El pasado 23 de febrero, cientos de profesionales se manifestaron en A Coruña en una multitudinaria protesta que reunió a veterinarios, propietarios de mascotas y asociaciones animalistas. «Hicimos muchísimo ruido, pero las administraciones solo han respondido con una rebaja de sanciones, algo que no soluciona el problema real», señala De Hoyos.


Entre las medidas más criticadas está la obligación de realizar cultivos y antibiogramas antes de recetar antibióticos. «Estos análisis pueden ser útiles en algunos casos, pero imponerlos como norma general retrasa tratamientos urgentes y eleva los costes», explica. Además, la norma impide que los centros veterinarios dispensen los tratamientos completos, obligando a los propietarios a acudir a farmacias. «Esto genera problemas de abastecimiento y un uso inadecuado de los medicamentos cuando los farmacéuticos sustituyen tratamientos sin supervisión veterinaria», advierten.

Cierre de clínicas en Galicia

Como muestra de apoyo a la protesta en Madrid y en A coruña, este miércoles las clínicas veterinarias en Galicia cerrarán durante toda la mañana. «Algunas cerrarán todo el día, pero lo que es seguro es que toda la mañana habrá cierre», confirma De Hoyos. El sector busca así presionar para que el Gobierno atienda sus demandas y revise la normativa.

Los veterinarios advierten que la norma no está cumpliendo su objetivo de reducir la resistencia a los antibióticos y que la medida se está aplicando de forma desigual. Mientras los profesionales de la salud animal ven limitada su capacidad de prescripción, la ganadería industrial sigue sin regulaciones equivalentes, pese a ser una de las principales fuentes de resistencia bacteriana. «No se puede cargar toda la responsabilidad sobre los veterinarios de animales de compañía cuando el problema mayor está en la ganadería».

Un grito por la salud animal

En la manifestación del pasado 23 de febrero en A Coruña, los asistentes marcharon con pancartas en las que se leía «somos ciencia, no una ficha técnica», «las urgencias no entienden de burocracia» o «mi veterinario conoce mi caso, el prospecto no». Además de exigir cambios en la normativa, el colectivo también reclamó la reducción del IVA veterinario del 21%.

Ahora, con una nueva convocatoria nacional, los veterinarios gallegos insisten en que seguirán luchando hasta recuperar su capacidad de decisión. «No queremos rebajas en las sanciones, queremos que nos dejen ejercer nuestra profesión con criterio clínico», concluye De Hoyos. La movilización de este miércoles marcará un nuevo capítulo en una protesta que no parece tener intención de detenerse.

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