El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha ratificado la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Pontevedra, que condena a 11 años de prisión a Manuel Baña Gil, exintegrante del grupo terrorista Grapo, por intentar asesinar a un vecino de Vigo. Los hechos ocurrieron en septiembre de 2023 en las inmediaciones del parque de Castrelos, tras una serie de disputas entre ambos debido a conflictos relacionados con sus perros.
Un ataque con arma de fuego
La Audiencia Provincial sentenció a Manuel Baña Gil por tentativa de asesinato y tenencia ilícita de armas, tras considerar probado que disparó contra la víctima a corta distancia. Su defensa recurrió ante el TSXG, argumentando que no hubo intención de matar y que el acusado actuó impulsado por un miedo insuperable, ya que días antes habían tenido un enfrentamiento en el que resultó herido.
No obstante, el TSXG desestimó el recurso, concluyendo que la intención de acabar con la vida de la víctima estaba demostrada. Además, rechazó la existencia de miedo insuperable, señalando que la pelea previa no justificaba su reacción y que el propio vídeo grabado por la víctima evidenciaba lo ocurrido.
«Pudo haberse marchado, pero optó por disparar»
El tribunal también subrayó que el acusado tenía alternativas distintas antes de recurrir a la violencia. Según la sentencia, en ningún momento la víctima lo atacó, por lo que Manuel Baña Gil «podría haberse alejado sin más» en lugar de abrir fuego.
Los magistrados consideraron probado que el acusado amenazó a la víctima, le apuntó con el arma y disparó tras advertirle que había pertenecido a los Grapo. En un primer intento, la pistola se encasquilló, lo que permitió a la víctima ponerse a cubierto tras un árbol.
Además de la pena de prisión, el TSXG ha confirmado que Manuel Baña Gil deberá indemnizar a la víctima con 3.804 euros por los días en los que estuvo de baja y por los daños morales sufridos.