Desde este lunes, Noia tiene nuevo alcalde. Se trata del socialista Francisco Pérez Caamaño, que llega al cargo después de que la moción de censura impulsada por su partido prosperase gracias al apoyo del BNG, Marea Cidadá de Noia y Luis Alamancos, edil no adscrito.
Pérez toma así el relevo de Santiago Freire, del Partido Popular. Un cambio de gobierno que se ha materializado de la mano de la reciente sentencia del Tribunal Constitucional que anuló la norma que prohibía una iniciativa como esta si necesitaba el voto de un tránsfuga.
Así, fueron nueve los concejales que le dieron su apoyo a Pérez Caamaño -los necesarios para representar una mayoría absoluta en el Concello- que hoy se proclamaba como nuevo alcalde de Noia. En el acto celebrado este mismo lunes, el socialista tuvo palabras para los que se van y para los que llegan.
Francisco Pérez mencionó «el abuso de contratos menores» y la «falta de transparencia» que atribuye al gobierno saliente, aunque también desveló algunas de las propuestas con las que llega al poder, entre las que incluye la creación de una oficina de desarrollo o el fomento de proyectos turísticos. Toma el mando con la intención de «volver a abrir el Concello a los vecinos».
Durante su intervención, ha reprochado a su predecesor su actitud hacia el expopular y ahora edil no adscrito, Luis Alamancos: «el culpable es usted porque no sabe gestionar el pueblo».
Un concejal al que Santiago Freire también dedicó unas palabras por «traicionar la confianza de quienes le dieron la oportunidad» de ser parte del gobierno local. Y al que Alamancos contestó dándole las «gracias» por «enseñarme en estos dos años la forma más clara de cómo no se debe hacer política«.
Alamancos ha intervenido también en este acto, asegurando que «esto va de que Noia tenga un gobierno que mire para la gente, no anclado en sus particulares obsesiones, que genere ilusión y dé esperanza a miles de noieses que lo demandan».
