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La Guardia Civil ha informado este jueves de la de investigación como presunta autora de un delito de maltrato animal a una vecina de Boiro que habría abandonado, dejándolo atado a un árbol junto a un comedero en el que no había más alimento que veneno para roedores.
Los hechos ocurrieron a raíz de la alerta de un particular, tras lo que los agentes acudieron al lugar de los hechos y se encontraron al perro convulsionando, sin poder mantenerse en pie y atado a un árbol con una cadena sin collar. A su lado tenía una sartén a modo de comedero en la que tan solo había una sustancia granulada de color verde azulado que aparentaba ser un producto de eliminación de roedores.
Ante el estado del animal, la Guardia Civil se puso en contacto con la propietaria para solicitarle que lo llevase a un centro veterinario, a lo que ella se negó. Finalmente, fueron los agentes los que trasladaron al animal. Por su parte, la patrulla del Seprona recogió las muestras del producto que se encontraba en la sartén para remitírselo al Centro de Recuperación de Animales Salvajes y Marinos (CRAM).
El animal falleció esa misma noche y el veterinario emitió un parte en el que apuntaba que la causa de la muerte podría ser la ingesta de una gran cantidad de tóxico. La Guardia Civil llevó a cabo una investigación, averiguando que la propietaria del perro había ido a una protectora de animales —que no pudo acogerlo— para deshacerse de él tres días antes del abandono.
Ante estos hechos, la Guardia Civil procedió a investigar a la propietaria como presunta autora de un delito de maltrato de animal de compañía con resultado de muerte.
