Pese a que solo diez metros separen el ‘mirador de la Volta da Viña’ del Parque Marcos Cela, un importante desnivel, originado por una surgencia rocosa, dificultaba la conexión peatonal directa entre ambos espacios. El Concello lucense ha mejorado la seguridad de este tramo con la instalación de un vallado de madera que delimita el recorrido de escaleras de piedra existentes, ejerciendo además de punto de apoyo, lo que posibilitará su próxima apertura.
La regidora de Lugo, acompañada por el teniente de alcaldesa y concejal de Medio Ambiente, Miguel Fernández, supervisó el resultado de los trabajos.
La alcaldesa recordó que este enclave, coincidente con el trazado del Carril Bici, contará con un nuevo paso de cebra inteligente. “O segundo, xunto ao instalado na Rolda do Carme, que é capaz de detectar a presenza de viandantes para darlles prioridade ante o tráfico rodado e que se verá complementado coa colocación de nova iluminación e de balizas que redundarán na protección de todas e todos, xa sexan condutores e condutoras, camiñantes ou ciclistas”, aclaró.
La regidora lucense explicó que este sistema automático se activa con un sensor de presencia, aumentando la intensidad lumínica de un 30 a un 100%, lo que provoca una llamada de atención al vehículo que se aproxima sobre la existencia de una persona que pretende cruzar. Una mejora que se completa con su elevación, mediante un badén, lo que obliga a la minoración de la velocidad.
Medidas que se verán reforzadas, asimismo, con otros elementos de protección comunes -bolardos- y con las que se pretende un guiado visual acomodado para todos los tipos de circulación que conviven en el entorno de una manera acorde a su configuración natural y ortográfica.