La concejala de Igualdad de A Coruña, Yoya Neira, ha presentado el balance de 2020 realizado por el Observatorio Coruñés contra la LGTBIfobia junto al vicepresidente de ALAS, Carlos Emilio Mella. Entre los datos presentados se incluyen el casi medio centenar de manifestaciones de odio contra este colectivo en la ciudad durante el pasado año.
La edil destacó que el colectivo dispone desde hace meses de un local en la Sagrada Familia, en la calle Cardenal Cisneros, 68, donde se recibe de forma personal a todos los vecinos que necesiten atención de cualquier tipo.
Neira destacó que en este año tan duro, “no nos podemos olvidar de este colectivo, porque a pesar de la igualdad formal, sigue sufriendo situaciones de discriminación y rechazo”. La concejala recalcó que esa igualdad no se podrá conseguir si no se trabaja de manera conjunta, sociedad civil y administraciones.
Neira recordó además que el 8% de las personas encuestadas por la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE afirmaron recibir agresiones físicas o sexuales el pasado año: “El 20% padecieron algún tipo de discriminación en el ámbito laboral”. En este aspecto, añadió que los esfuerzos “se deben centrar en la juventud con el fin de darle la confianza suficiente para que pueda levantar la bandera”.
Dificultad con las personas mayores de 50
Por su parte, Mella comentó que “les siguen costando llegar a las personas mayores de 50 años por la brecha generacional”, y remarcó que con el local físico, pueden asistir a toda esa gente que no usa las nuevas tecnologías. Añadió que una parte importante de su trabajo consiste en orientar legalmente y traducirles la normativa a personas migrantes, que en muchos de los casos entraron en ERTE durante todo este tiempo.
Mella afirmó que la vía prioritaria continúa siendo el teléfono y que la principal razón por la que pidieron ayuda fue la soledad. Explicó también que la pandemia les redujo el círculo a las personas LGTBi, por lo que muchas tuvieron que estar en el “armario” las 24 horas y eso supuso un detrimento de su salud mental.
El responsable señaló que se registraron 48 manifestaciones de odio a este colectivo en 2020, de las que 41 correspondieron a agresiones, la mayoría en la vía pública. De estas, el 48% fueron casos de acoso, 21% de insultos, y un 17% fueron agresiones físicas y verbales.
Asimismo se produjeron actos vandálicos en la ciudad como la destrucción de bancos con los colores de la bandera del colectivo: “Desde los colegios nos indican que cuando la chavalada sale de los institutos, el acoso sigue en las redes sociales y que es una cuestión muy difícil de gestionar”
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