El juicio contra el clan familiar de “Los Morochos”, acusado de tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal, ha quedado suspendido este jueves en la Audiencia Provincial de A Coruña. La interrupción del proceso se debió a la renuncia tanto del abogado como del procurador de cuatro de los siete acusados, lo que obligará a posponer la vista hasta que se designe una nueva defensa.
La Fiscalía solicita para los acusados penas que oscilan entre los ocho y diez años de cárcel, aplicando además la agravante de reincidencia en algunos casos. Según el escrito de acusación, el supuesto punto de venta de drogas se encontraba en el Lugar de San José en Meicende, un área que ya estaba bajo vigilancia policial desde finales de 2017 y que, en octubre de 2018, fue señalada como un “punto negro” de distribución de estupefacientes.
De acuerdo con la investigación, el grupo estaba dirigido por una mujer conocida como ‘La Mora’ y su marido. Según el Ministerio Público, “con la actuación y directa colaboración, en distintos papeles”, de tres de sus hijos, la pareja sentimental de uno de ellos y otra persona externa al núcleo familiar, se organizaba una estructura dedicada a la venta ilícita de drogas.
La Fiscalía detalla que ‘La Mora’ era quien gestionaba “la recepción y venta” de la droga, mientras que otros dos acusados actuaban como intermediarios, “tratando directamente con los toxicómanos y permitiéndoles o no el paso para la compra”. Los registros realizados en las viviendas vinculadas al clan permitieron incautar diversas cantidades de cocaína y heroína. Además, los acusados que eran pareja desempeñaban un rol logístico, “transportando la droga y metiéndola en las casas”. El juicio queda así pendiente de una nueva fecha, que se fijará una vez los procesados cuenten con representación legal.