La Semana Santa de Viveiro espera atraer a 40.000 visitantes

La cita religiosa, Fiesta de Interés Turístico Internacional desde 2013, deja una gran repercusión económica y una ocupación hotelera del 100%

Imagen de archivo de la Semana Santa en Viveiro.

Viveiro se prepara para celebrar su Semana Santa, una Fiesta de Interés Turístico Internacional desde el año 2013 que prevé mover a alrededor de 40.000 personas, lo que supone una importante repercusión económica para el municipio, que esos días logra una ocupación hotelera del 100%.

El presidente de la Deputación de Lugo, José Tomé Roca, y la alcalde de Viveiro, María Loureiro,  mantuvieron un encuentro este jueves para renovar el compromiso de la institución provincial con esta cita religiosa, a la que aporta 25.000 euros a través de un convenio de colaboración, ya que “supone un revulsivo económico en la provincia congregando a miles de visitantes en estas fechas festivas”.

Gracias a la colaboración de la institución, la Xunta de Cofradías volverá a contar con la carpa Antesala de un Museo, donde se expondrán algunos de los pasos y las piezas de orfebrería que saldrán en las procesiones por las calles de la ciudad del Landro. La carpa, que abrirá sus puertas la próxima semana, estará instalada como en años anteriores en la Praza de Jacinto Calvo, en las inmediaciones de la Igrexa de San Francisco.

Loureiro agradeció al presidente el incondicional apoyo de la Deputación cada año, que permite al ayuntamiento “seguir colaborando con la Semana Santa para contribuir a alcanzar una mayor dimensión y proyección de uno de los grandes reclamos turísticos de la Mariña Lucense y de toda la provincia”. 

La Semana Santa de Viveiro fue declarada en el año 2013 Fiesta de Interés Turístico Internacional y es una de las celebraciones religiosas más importantes y antiguas de Galicia. Numerosos pasos, algunos articulados, de gran interés artístico procesionan por las calles de Viveiro entre los que destacan el de la Última Cena creado en 1808; el del Encuentro acompañado de las tallas de la Virgen de la Dolorosa, de San Juan y de la Verónica; el Vía Crucis; o la procesión de la Soledad, conocida también como de los Caladiños que tiene lugar en la noche del Viernes Santo acompañado de numerosos fieles con velas encendidas en el más impresionante recogimiento.

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