Agentes de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Oviedo desplazados a la provincia de A Coruña procedieron el pasado mes de julio a llevar a cabo la denominada policialmente como “Operación Cailing”, en la que fueron detenidos dos hombres de origen colombiano dedicados a la comisión continuada de robos en primeras viviendas.
Las detenciones se llevaron a cabo en la localidad de Vimianzo y a los arrestados se les encontró una importante cantidad de dinero en efectivo. Los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de primera Instancia e Instrucción de Corcubión (A Coruña), que decretó su ingreso en prisión provisional.
Con la detención se han esclarecido siete robos cometidos en las localidades de Pravia (Asturias), Foz (Lugo), Alsasua (Navarra), Sada, Culleredo y Cee (A Coruña).
Según informan fuentes del Instituto Armado, las investigaciones se remontan al mes de abril de 2022, cuando componentes de la Guardia Civil de la Comandancia de Oviedo iniciaron las primeras indagaciones, tras recibir denuncia de un ciudadano de origen chino por la comisión de un robo en su vivienda de Pravia, en Asturias, en el que le sustrajeron una importante cantidad económica en efectivo, numerosas joyas, así como varios aparatos electrónicos.
Estudiar a las víctimas
Las investigaciones y análisis llevados a cabo por parte de los agentes permitieron descubrir la identidad de dos personas que serían los supuestos autores de la comisión de múltiples robos en domicilios, pertenecientes en su inmensa mayoría a ciudadanos de origen chino. Los investigados realizaban concienzudos estudios sobre los hábitos y conductas de las víctimas, a fin de determinar el momento más propicio en el que los inmuebles estuvieran desocupados y a la vez pudieran albergar el mayor botín posible.
Los operativos policiales permitieron demostrar la alta especialización mostrada por los detenidos, tanto en las acciones de selección y seguimiento de las potenciales víctimas como en las labores de violación y apertura de las puertas de acceso a las viviendas.
Los investigados ejecutaban sus robos a plena luz del día y de forma totalmente coordinada, de modo que mientras uno de los autores perpetraba el robo, el otro mantenía el control sobre los residentes en la vivienda cuando se encontraban en los comercios que regentaban. Ambos estaban continuamente conectados mediante medios de comunicación, y utilizaban elementos de ocultación tales como gorras, mascarillas, gafas de sol y guantes.
Asimismo, los autores de los robos demostraban un alto grado de especialización en la apertura de diferentes tipos de cerraduras que se encontraban en las puertas de las viviendas de las víctimas, adaptándose a las distintas características y elementos de seguridad de las mismas.
Ocultos en diversos compartimentos del vehículo en el que viajaban fueron halladas herramientas específicas utilizadas por cerrajeros, así como sofisticados y novedosos elementos utilizados para violentar los elementos de seguridad de diferentes tipos de puertas y cerraduras.