Una recopilación de fotografías de la Guerra Civil para “cerrar heridas”

El historiador ferrolano Francisco J. Leira Castiñeira refleja en su nuevo libro 'Soldados Forzosos' "un relato humano" sobre "la peor experiencia que puede vivir una persona"

El historiador ferrolano Francisco Leira, en la muralla del antiguo cementerio de Canido, donde fueron fusilados decenas de represaliados por el franquismo

El historiador Francisco J. Leira reúne en su nueva obra “Soldados forzosos. A memoria esquecida da guerra civil española” (Editorial Galaxia) fotografías sobre la tragedia que vivieron los soldados gallegos que fueron reclutados para luchar en la Guerra Civil. De una forma visual, trata de que “la ciudadanía recuerde lo sucedido, precisamente para cerrar heridas”.

“No quise hacer un relato heroico, porque no lo es. Es un relato humano, de las personas que lo vivieron”, cuenta el autor, que ya el año pasado plasmó la barbarie del conflicto en el ensayo “Soldados de Franco. Reclutamiento forzoso, experiencias de guerra y movilización militar”, en el que dio protagonismo a la tropa que compuso el ejército sublevado.

Francisco J. Leira Castiñeira (Ferrol, 1987) es profesor de la Universidad de Santiago de Compostela y doctor en Historia. Entre otros reconocimientos, ha recibido el Premio en Ciencias Sociales Juana de Vega, así como una mención honorífica en el concurso de ensayo George Watt de la ALBA-VALB de Nueva York, ambos por avances en su tesis “La socialización de los soldados del ejército sublevado (1936-1945)”.

El libro “Soldados forzosos” trata, indica el investigador, sobre “la peor experiencia que puede vivir una persona”. “Eso debe hacernos empatizar con ese pasado, pero sin caer en equidistancias ni simplificaciones políticas. Es un libro de divulgación histórica que quiero que llegue al corazón de la gente”, abunda el autor, que pide verlo “sin los anteojos políticos”.

Libros complementarios

Además, desvela que este fue su primer proyecto. “Después de leer la tesis doctoral, pensé ‘¿A quién le va interesar leer estas 600 páginas?'”, cuenta. Por ello, le propuso a Francisco Castro, de la editorial Galaxia, la posibilidad de hacer un libro divulgativo con fotografías y un texto fuese explicando aquel proceso. “Resumí 600 páginas en 30. Fue un ejercicio complejo pero muy gratificante, porque tuve que decidir qué era lo verdaderamente importante para que la gente interesada en la historia, pero que no son especialistas, tuviesen una idea de la complejidad de lo que quise exponer en mi tesis”, confiesa.

“Creo que es un deber moral para los historiadores o científicos que analizan el pasado, devolver a la ciudadanía lo que ellos nos aportan. A muchos se les llena la boca hablando de la sociedad civil y la importancia de la historia. A mí me han criticado en ese sentido”, asegura el historiador. A lo largo de  su investigación y de la que está proceso, consultó y realizó más de 170 entrevistas a personas que vivieron aquel pasado. “Yo quise devolverles lo que me aportaron con un libro para todos los públicos”, remarca.

Sin duda son volúmenes complementarios, aunque “Soldados de Franco” (Siglo XXI) es un ensayo al uso “más denso, más completo y más complejo”, pero que “se lee fácilmente”. Tiene un público: aquel que quiera conocer su visión completa del fenómeno de la movilización y la experiencia de guerra. “Soldados forzosos” aporta otras cuestiones. El creador se adentró en una “dura” labor de documentación, pues tuvo que “escoger las fotografías que dijesen algo sobre cómo vivieron los soldados gallegos la guerra”. “Realmente es un libro realizado por y para ellos y sus familiares”, asegura.

Lucha entre el bien y el mal

A su vez, quiso “salir de los relatos canónicos de la Guerra Civil”, ya que son “relatos muy politizados y polarizados”. “Pienso que hay otra forma de ver y entender el pasado, sin tener que ser equidistante, pero es más complejo que la lucha entre el bien o el mal que defienden algunos políticos o personalidades públicas”, razona.

“Todos, tenemos un familiar que sufrió la guerra, creo que es hora de ponerles nombres y apellidos”, afirma Leira. Después de esta “primera piedra” pretende seguir publicando libros en este sentido, con fotografías, cartas, memorias y diarios de aquel periodo, no solo de la Guerra Civil, o del frente, sino de las vivencias en retaguardia, de las campañas militares de África, etcétera. “Espero que sea solo el principio”, recalca. Ello lo plasma en su proyecto de documentación “Pasado reciente”. Todo se hará con el máximo respeto. Hablo de personas, no de luchas políticas”, insiste.

Proceso de creación

El profesor realizó un trabajo de documentación en varios archivos y también con donaciones de particulares. La división fue la misma que la de su tesis doctoral. “Con fotografía quise desmitificar muchos aspectos que están aún presentes en la sociedad”, explica. “La composición del libro se la debo a Galaxia”, sostiene.

El trabajo no ha sido precisamente corto, pues forma parte de mi tesis doctoral, que fueron cinco años de investigación, a los cuales hay que sumar dos años de trabajo de documentación en archivos fotográficos. “Todas las investigaciones de historia, realmente son trabajos de largo recorrido. A medida que vamos creciendo intelectualmente, gracias a los libros que leemos y los debates en los que participamos, vamos creciendo y mejorando”, detalla.

En este caso, Leira considera que le debe “mucho” a “mucha gente” que debatió con él, que lo criticó o que lo ayudó. “No debería citar a nadie más que a mis directores de tesis, Lourenzo Fernández Prieto, Aurora Artiaga y Andrés Domínguez, porque la lista es enorme. Lógicamente, toda mi familia”, incide.

Aunque sabe que el éxito es relativo, el autor relata que recibió hace poco un mensaje por Instagram de una persona que leyó “Soldados de Franco” (Siglo XXI) y le decía que su padre le quería dar las gracias porque “con su lectura entendió a su padre, sus palabras, sus silencios”. “Fue un mensaje muy emocionante, tengo que reconocer que se me puso un nudo en la garganta”, enfatiza emocionado Francisco J. Leira, que seguirá sumergido en el pasado para ayudar a entender el presente .

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