La excavación del Castro Sarridal deja a la vista la muralla y el torreón

Los trabajos financiados por el Concello de Cedeira han permitido dejar a la vista toda la muralla y el torreón defensivo del asentamiento

El castro Sarridal, en Cedeira | CONCELLO DE CEDEIRA

La empresa Axa Arqueología inició el pasado 17 de abril una nueva campaña de excavación y consolidación en el castro Sarridal con la que queda ya a la vista la totalidad de la muralla y el torreón defensivo del asentamiento, de casi once metros de altura. El Concello de Cedeira financia con 18.000 euros este nuevo avance en el proceso de recuperación del yacimiento, que se ha revelado como uno de los más importantes del Noroeste peninsular a través de las diferentes campañas y hallazgos que se sucedieron desde 2017.

El arqueólogo Emilio Ramil está al frente del equipo de seis personas que trabajan en el yacimiento en la actual campaña, que finalizará la finales de este mes. Según explicó, se consolidaron los restos excavados en la anterior incursión, en primavera del pasado año, y se pusieron a cielo abierto más estructuras de piedra tanto de la muralla defensiva como del torreón. En el sector de la terraza que está situada antes del hoyo también se está excavando el empedrado —aparecen dos tipos, uno de la época castrexa y otro posterior, arriba, de la galaico-romana— así como los restos de tres muros.

El Concello de Cedeira impulsó en el año 2017, con el apoyo de la Xunta de Galicia, la excavación del castro Sarridal. El hallazgo de un monumento con horno y con una piedra formosa, el equivalente en la cultura castrexa a un balneario actual, confirmó con los primeros trabajos a importancia del yacimiento, ya que estos son elementos de los que solo se descubrieron cinco hasta el momento en Galicia.

Desde entonces se sucedieron las campañas de excavación financiadas por el ayuntamiento y las de consolidación costeadas por la Dirección Xeral de Patrimonio, a través de las que se pudo corroborar que el asentamiento estuvo habitado desde el siglo III o IV antes de Cristo hasta, por lo menos, el IV o el V después de Cristo, de manera que hay restos de la época castrexa y posteriores, de la galaico-romana.

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