Gamesa rechazó pedidos de Endesa y Greenalia antes de anunciar su cierre en As Somozas

Los sindicatos urgen al Ministerio de Trabajo a que inste a la multinacional alemana a sentarse en una Mesa Industrial para negociar el ERE que afecta a 200 trabajadores de la comarca

La justificación del cierre de la planta de Siemens Gamesa en As Somozas está cada día más en entredicho. Tras el anuncio del ERE extintivo por la compañía de componentes eólicos -que afecta a más de 200 trabajadores-, los agentes sociales recordaron que la planta llevaba 20 años siendo competitiva y argumentaron que el único motivo que tenía la empresa para desmantelar la factoría de Ferrolterra era buscar mano de obra barata con su nueva planta de Vagos, en Portugal.

Además, las administraciones públicas, tanto la Xunta como el Gobierno del Estado, pusieron sobre la mesa diferentes líneas de ayudas a las que la compañía podría acogerse para realizar una inversión en la planta para adaptarla a las nuevas exigencias del mercado. Una oportunidad que todas las partes, excepto la propia Siemens Gamesa, contemplaban como especialmente relevante en el actual contexto expansivo de las energías renovables en España, con la mayor subasta del sector realizada hasta la fecha pocas semanas antes de anunciarse el ERE.

Ahora se ha conocido, a través del secretario general de la Federación de Industria de UGT, Pedro Hojas, que la colaboración con Gamesa también habría llegado por parte de la iniciativa privada. Según explicó el responsable sindical y confirmaron fuentes de ambas compañías, tanto Endesa como Greenalia habrían ofrecido a la multinacional alemana varios pedidos que dotarían a la factoría de As Somozas de carga de trabajo para, por lo menos, los próximos tres o cuatro años.

En el caso de Endesa, cuenta actualmente en Galicia con 1.500 megavatios de potencia con derecho de conexión a la red, es decir, lista para usarse, que implementará dentro de su plan Futur-e. Además, unido al proyecto de la planta de hidrógeno verde que Endesa va a construir en As Pontes, se pondrán en marcha en la zona otros seis parques eólicos con un total de 611 megavatios de potencia. Todo ello en un radio de apenas 20 o 30 kilómetros en el entorno de As Somozas.

Algo menor es el proyecto ofrecido por Greenalia, que se adjudicó en la subasta realizada por el Ministerio de Transición Ecológica el pasado mes de diciembre 135 megavatios de potencia para su proyecto Eolo. Se suman a los que la compañía que dirige Manuel García ya tiene en construcción u operación, unos 74 megavatios; unos 240 en total. Según ha podido saber ENFOQUES.GAL, el pedido de la compañía coruñesa podría rondar los 50 o 75 millones de euros e incluso habría ofrecido otros 5 millones para adaptar las instalaciones de As Somozas a la producción del modelo de pala SG-145 que está instalando actualmente Greenalia.

Además, explicaron que su plan estratégico buscar impulsar el desarrollo de la industria gallega, como sucede con su planta de Biomasa en el polígono de Teixeiro, en el concello de Curtis, en el que trabajan unas 150 personas de la comarca.

Presión sindical para negociar el ERE

Por todo esto, la Federación de Industria de CCOO ha solicitado al Ministerio de Trabajo a convocar una Mesa Industrial -como ocurrió durante la crisis de Alcoa-  para negociar con la empresa la marcha atrás del ERE presentado por el gigante alemán. “Ahora sí tenemos pruebas de que mintieron cuando en la primera mesa de consultas, el pasado 22 de enero, dijeron que no habían recibido ninguna oferta ni por parte de las administraciones públicas ni de ninguna empresa privada”, explicó el secretario general de Industria de CCOO en Galicia, Víctor Ledo.

Asegura el representante sindical que esas declaraciones de los responsables de la multinacional están  recogidas en las actas de la sesión y que si ahora el Gobierno de España tiene la certeza de que Siemens sí recibió ofertas garantistas para la continuidad de la planta de As Somozas, la autoridad laboral competente podrá remitir un escrito de advertencia en el que conste que infringió el principio de buena fe.

Por eso el sindicato insistió en la Comisión de Industria del Congreso a la que asistió el ayer jueves 11 de febrero en la urgencia de convocar una Mesa Industrial formada por la empresa, sindicatos, comités de empresa y Gobierno de Galicia donde se analicen todas las posibles alternativas al cierre del centro de trabajo somocense. Si Siemens se niega a sentarse a negociar y el Gobierno constata la mala fe de la compañía alemana, la última alternativa sería acudir a la vía judicial para que declarase nulo el ERE.

 

 

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