La última EPA deja un balance de 31.600 personas inactivas en Ferrol

De los 54.600 ferrolanos en edad de trabajar, apenas hay 18.800 ocupados y otros 4.200 buscan empleo

Archivo - Trabajos en los astilleros de Ferrol

Ferrol, Eume y Ortegal atraviesan actualmente una crisis económica coyuntural, provocada por la epidemia del COVID-19, que se une a la crisis estructural que acarrean desde hace décadas. Una combinación explosiva que, junto a otros factores externos, está asfixiando a miles de familias en las comarcas. La última Encuesta de Población Activa (EPA), correspondiente al último trimestre de 2020, volvió a mostrar el rostro más amargo de los datos macroeconómicos para la zona.

El municipio cabecera y tractor económico de la zona, Ferrol, vuelven a situarse con las peores cifras de las siete grandes ciudades gallegas y con números no tan lejanos a los registrados en la última gran crisis de 2008. La tasa de paro en la ciudad es del 18,4 %, lo que deja un total de 4.200 desempleados -que busca activamente empleo- al cierre del mes de diciembre, de los cuales 2.700 eran mujeres.

Pero todavía resulta más preocupante la tasa de actividad que baja hasta el 42,2% mientras que en el mismo trimestre de 2019 era casi del 50%. Esto significa de los 54.600 ferrolanos en edad de trabajar, apenas 23.000 son activos, es decir, tienen un empleo o lo buscan. Esto deja una legión de casi 31.600 personas inactivas, entre las que se encuentran jubilados, estudiantes mayores de 16 años, pensionistas o gente que no busca empleo activamente. Cabe destacar que en 2009 -ya en período de decadencia- la población activa de Ferrol era de 62.500 personas, lo que da buena cuenta del declive poblacional que ha sufrido la urbe en los últimos diez años.

En cuanto a la tasa de ocupación, es decir la población mayor de 16 años que tiene empleo, la de Ferrol está también, consecuencia de todo lo anterior, a la cola de las siete grandes ciudades. Así, este dato se sitúa en el 34,4%, casi ocho puntos menos que en el mismo periodo de 2019.  En términos absolutos, en un año se ha pasado de 24.200 personas ocupadas a 18.800, según los datos del Instituto Galego de Estatística.

Por sectores, el de servicios es que acoge a la mayoría de asalariados, con 15.900 empleos a finales del pasado año, es decir, un 84% del total. Según la EPA apenas 800 personas trabajan en la construcción y poco más de 300 en los sectores primarios como la pesca o la ganadería. Por su parte, el número de empleados del sector industrial se ha visto mermado significativamente, pasando de 2.800 a finales de octubre de 2020 a 1.800 en diciembre del pasado año. Si lo comparamos con el último trimestre de 2019 la sangría es aún mayor, de 1.200 trabajadores menos.

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