El marisco no puede faltar en las comidas y cenas navideñas en Galicia. Sin embargo, cada año los precios hacen que sea más difícil llevarlos a la mesa, lo que ha cambiado los hábitos de consumo: en lugar de renunciar a él, son cada vez más los gallegos que optan por comprarlo con antelación para congelarlo y así ahorrar dinero y evitar imprevistos de última hora.
“Á hora de mercar para conxelar esta é a semana máis forte, pero a xente leva practicamente un mes levando, sobre todo dende que comezou a campaña da centola”, explica María José Caamaño, placera en el Mercado de Abastos de Santiago, donde ya se empiezan a notar las compras navideñas, más allá de la propia actividad diaria.
Los productos que más están triunfando son la centolla y el camarón, especialmente en un año en el que están más caros de lo habitual al haber poca oferta: la centolla ronda los 40 euros y podría llegar a 50 antes de Navidad.
Esta práctica no sólo se traduce en un importante ahorro, sino que también sirve para evitar imprevistos: “A xente tamén queda máis tranquila levando as cousas e gardándoas, porque se aparece un temporal poden quedar sen marisco ou peixe ou teñen que pagar máis”, apunta Caamaño.
En las recomendaciones para este año coincide con Natalia Tubío, de Petiscos do Mar, también en el Mercado de Abastos de la capital gallega: la almeja está a precios muy similares al resto del año, por lo que podría ser una muy buena opción de cara a Navidad. “A navalla e a volandeira tamén están ben, o que máis subiu é a centola e o camarón”, añade.
En cuanto al pescado hay más productos que todavía mantienen buenos precios, como el rape o, especialmente, la lubina, ya que “este ano houbo moita e o prezo está agantando moi ben”.
El aumento de la compra de marisco y pescado para congelar de cara a Navidad es una tendencia creciente que se nota en el día a día de las plazas pero que también se aprecia en la estadística: el 43% de los consumidores se decanta por adquirir productos frescos y congelarlos para ahorrar en la cesta de la compra, según un informe se la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc).
De hecho, en los últimos cinco años el consumo de productos congelados ha crecido un 24,6%: cada vez son más los que dejan preparados sus menús para Navidad en el mes de noviembre.