En medio de la crisis generada por el histórico apagón que dejó sin luz a toda la Península Ibérica durante varias horas, las posiciones de dos pesos pesados del Partido Popular han quedado en evidencia por su notoria contradicción. El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, ha elogiado la «excelente coordinación» con el Gobierno central durante la gestión de la emergencia en su comunidad, mientras que su predecesor y actual líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha cargado duramente contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez por estar «sobrepasado» y de «no querer asumir el mando».
El Gobierno gallego solicitó el lunes a última hora la activación del nivel 3 de emergencia, dejando la gestión de la situación en manos del Ejecutivo central. Horas después, pasada la noche y recuperada la práctica totalidad del suministro eléctrico, Rueda anunció su voluntad de bajar al nivel 2 y recuperar la gestión, pero destacando lo bien que había funcionado la cooperación entre administraciones.
«Agradecemos la coordinación que se hizo dentro del Gobierno central durante estas últimas horas», subrayó el presidente gallego, quien defendió que en las primeras fases del apagón, cuando se trataba de una incidencia de carácter nacional, “la colaboración con Madrid fue clave”. Rueda puso en valor el trabajo conjunto y la rápida actuación, destacando además «el civismo del pueblo gallego» ante una situación «inédita y complicada».
En sentido opuesto, Feijóo lanzó duras críticas al Gobierno central desde Madrid. En entrevistas ofrecidas a Telecinco y Antena 3, el líder del PP cargó contra el Ejecutivo por, según él, “no querer asumir el mando” desde el principio. “Tenemos un país excelente y un Gobierno sobrepasado”, sentenció. Feijóo expresó su “decepción y perplejidad” ante «la falta de explicaciones claras» 24 horas después del incidente y criticó el “apagón informativo” que, según él, acompañó al corte eléctrico.
Llama la atención especialmente que Galicia fue una de las ocho comunidades que solicitaron al Gobierno central la activación del nivel 3 de emergencia y que asumiera el mando y, lejos de criticar su gestión, el propio Rueda lo celebró como un ejercicio de buena cooperación institucional. Feijóo, en cambio, lamentó que no fuese el propio Gobierno central el que declarase por iniciativa propia la emergencia nacional, extendiendo su control a todo el territorio y quitándoselo a las comunidades autónomas.
