Coincidiendo con una nueva reunión de la mesa de negociación, trabajadores del sector de la limpieza se concentraron este martes frente a la sede de la Confederación de Empresarios de Lugo para reclamar un convenio digno. El personal rechaza las propuestas «de miseria» presentadas por la patronal y recuerda que las tablas salariales ya han sido superadas por el Salario Mínimo Interprofesional -SMI-.
Aunque la junta contó con la representante de ASPEL (la patronal estatal) que vino expresamente desde Madrid, «no hubo ningún tipo de avance porque siguen manteniendo la misma propuesta que trasladaron en la reunión anterior», critica Asunción Castiñeira, de la CIG-Servizos de Lugo. Dicha propuesta consiste en un incremento salarial del 12% a repartir en los cuatro años de vigencia del convenio (2022 a 2025), pero con congelación para el primer año, sin generar retrasos y con una pequeña prima de 200 euros para «compensar» la pérdida de poder adquisitivo de ese ejercicio. No hay que olvidar que en el período 2021-2022, la suma de los IPC fue del 12,20%.
Pero además, la oferta patronal tampoco contempla ningún tipo de cláusula de revisión que permita garantizar el mantenimiento de la capacidad adquisitiva, en un sector en el que las tablas de convenio ya han sido superadas por el SMI y las trabajadoras son cada día más pobres, a pesar de realizar una actividad considerada esencial. «Lo que propone la patronal supondría consolidar esta precariedad y dejar los salarios del sector en la miseria», valora Castiñeira.
Para este miércoles día 7 están convocadas asambleas del personal para abordar la falta de avances en la negociación y decidir qué medidas poner en marcha. En este sentido, la representante de la CIG subraya que el sector «está muy enfadado y muy cansado de vivir en la precariedad, pues la patronal siempre hace lo mismo, retrasa el inicio de las negociaciones, luego no quiere asumir ningún tipo de incremento con carácter retroactivo y se limita a ofrecer condiciones de miseria».
Pero esta vez, las trabajadoras ya advierten que no están dispuestas a asumir la pérdida del poder adquisitivo durante los años 2022 y 2023.
