El Ayuntamiento de Lugo ha urgido este miércoles a la Xunta a que autorice las prospecciones en la zona de baño del río Miño durante el verano, “cuya documentación fue entregada” el pasado 18 de mayo y que todavía se encuentra pendiente.
El responsable del área de Medio Ambiente, Miguel Fernández, ha ratificado que esta solicitud fue realizada al Gobierno gallego el pasado 18 de mayo, “incluyendo la comunicación de los trabajos previos de prospección que la Administración local llevará a cabo en el canal fluvial para verificar cual es el estado del ámbito del río sobre el que tiene autorización para colocar la plataforma”. “El tiempo sigue corriendo y cuantos más días pasen, más se retrasa el análisis y también el montaje de la estructura que, pretendemos, entre en funcionamiento con el inicio de la temporada estival para dar servicio a los vecinos”, ha afirmado.
Así, el teniente de alcaldesa ha señalado que, después de contratar el servicio, “ahora solo falta que la Xunta dé su visto bueno para poder iniciar las labores que permitirán conocer el estado en el que se encuentra el lecho” con el objetivo de “valorar qué medidas hace falta adoptar para garantizar que los módulos flotantes puedan instalarse sin que exista perjuicio alguno para el ecosistema”.
En la ejecución de las labores está prevista la participación de 6 técnicos cualificados que responden al perfil de licenciados en biología y técnicos ambientales. El método de prospección escogido, ha destacado el edil, “combinará el empleo de mirafondos en los tramos vadeables en zonas poco profundas, y la inmersión mediante snorkel o tubo e inmersión autónoma en las zonas de mayor profundidad”.
El también portavoz municipal ha recordado que la ubicación para la que el Ayuntamiento dispone de los permisos se encuentra en pleno cinturón verde capitalino, la altura de la Tolda de Castilla. Una localización, ha añadido, que se consideró idónea tras las conclusiones del estudio de alternativas elaborado y de la batimetría realizada y, en base a la que se diseñó la estructura contratada, adaptada ya la este espacio, que supuso una inversión municipal de 305.000 euros.
Se trata de una plataforma flotante, de 64 metros de longitud, basada en un sistema modular, que tendrá carácter temporal, ya que estará operativa tres meses al año, y que se destinará la zona de baño tanto para adultos como también para niños.