El pickleball, un deporte que combina elementos del tenis, el pádel y el bádminton, está ganando popularidad en España y Galicia no es la excepción. Nacido en Estados Unidos en 1965, su crecimiento no ha parado de crecer en los últimos años. Se juega con una pala sólida y una pelota de plástico perforada, lo que reduce la velocidad y facilita el control. La pista tiene las dimensiones de una de bádminton, con una red más baja. En 2023, visto el tirón que tenía, la Real Federación Española de Tenis (RFET) integró esta disciplina dentro de su estructura, dando el impulso que necesitaba para su desarrollo.
José Carlos Otero, presidente de la Asociación de Pickleball de Galicia (Apiga), explica que su organización fue la primera y sigue siendo la única asociación como tal en la comunidad. «Los demás son clubes, pero Apiga nació con el objetivo de promocionar el pickleball y hacerlo accesible para todos».
Desde su fundación en 2022, la asociación organiza actividades inclusivas, acercando este deporte a personas con movilidad reducida y necesidades educativas especiales. “No tenemos un carácter competitivo, para eso están los clubes. Difundimos el pickleball como un deporte para todos, promoviendo iniciativas como ‘pickleball y familia'». Y es que jugar con la familia refuerza los vínculos emocionales y favorece la socialización, pero es que además pueden jugar personas de distintas edades en igualdad de condiciones. Nietos contra abuelos. «También impulsamos ‘pickleball y mujer’ y otras actividades temáticas”, añade Otero.
Uno de los principales retos ha sido la falta de instructores cualificados en Galicia. «Ahora mismo, no somos más de diez personas con titulación oficial», señala Otero. Sin embargo, con la reciente modificación de los estatutos de la Federación Gallega de Tenis, se podrá organizar el primer curso de formación de instructores en Galicia. «Esto marcará un antes y un después», añade.
La primera pista indoor en Galicia: PickelPoint
En noviembre de 2024, Ferrol se convirtió en la primera ciudad de Galicia en contar con una instalación indoor específica para pickleball: PicklePoint, en la avenida Nicasio Pérez 7. Asís Garrido y Jaime Alcalá, entusiastas de los deportes de raqueta, empezaron pintando una pista a la manera «artesanal» y probándola con amigos. «Nos dimos cuenta de que había interés», recuerda Garrido.
Las pistas de Ferrol son pioneras en España, ya que cumplen con los estándares internacionales del pickleball. «En su momento, éramos la tercera instalación indoor del país y la primera con características similares a las de Estados Unidos», apunta Alcalá.
El crecimiento ha sido rápido. «Desde que abrimos en noviembre, el boca a boca ha sido clave. La gente prueba, le gusta y trae a más personas», explica Garrido. La facilidad de aprendizaje y la menor exigencia física hacen del pickleball una opción accesible para todas las edades. «No requiere una gran preparación ni un esfuerzo físico intenso», destaca.
Además de ofrecer clases y alquiler de pistas, en el centro de Ferrol se organizan eventos y rankings internos, fomentando la socialización en torno a este deporte. «Nuestra idea es crear una comunidad, un espacio donde la gente pueda jugar, aprender y después quedarse a charlar en un ambiente distendido«, señala Garrido.
Un deporte con futuro en Galicia
El pickleball ha llegado para quedarse en Galicia. Con una creciente base de jugadores, la consolidación de clubes y la profesionalización del sector, el deporte avanza hacia un futuro prometedor. La combinación de accesibilidad, diversión y beneficios para la salud lo convierten en una opción atractiva para un amplio espectro de la población. Con la expansión de las infraestructuras y la llegada de nuevos instructores, Galicia se prepara para vivir su propio boom del pickleball.
