El pleno extraordinario sobre lo debate del estado del municipio, presidido por el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, comenzó, con un minuto de silencio por las víctimas de la violencia machista. A continuación, el regidor contextualizó el actual escenario mundial y se solidarizó con las «familias, amigos y compañeros de los compostelanos y compostelanas fallecidos por consecuencia de la COVID-19».
«Cuando ya veíamos la salida del túnel de la pandemia, el pasado 24 de febrero la Rusia de Putin decidió invadir Ucrania, desencadenando un atroz conflicto entre pueblos hasta ahora hermanos, con una dureza, un salvajismo, una violencia extrema contra la población civil y una destrucción del medio ambiental y patrimonial sin parangón desde la Segunda Guerra Mundial. Todos nosotros estamos al lado de las víctimas, de los agredidos, de los que defienden sus libertades y las nuestras, y también el derecho internacional. No caben equidistancias ni ambigüedades», señaló.
Sánchez Bugallo se refirió a continuación a la incerteza del actual contexto político y social, a causa de este conflicto bélico: «No es posible saber hoy cuando va a finalizar, ni como, ni el alcance de sus consecuencias, aunque es previsible que, más allá de la propia duración del conflicto armado, estas se prolonguen durante años».
Esta crisis, continuó, «nos está obligando a reestructurar nuestro orden de prioridades», pero «no altera los objetivos fundamentales que teníamos marcados»: «debemos seguir trabajando en la igualdad efectiva entre todas y todos; avanzando en la ampliación y diversificación de las bases económicas de esta ciudad; seguir acercando innovación y emprendimiento como alternativas de futuro; y poniendo en valor los enormes activos de Santiago: la Universidad, su historia y su patrimonio histórico; la cultura, como elemento diferencial de la ciudad y como un enorme capital de futuro; y la capacidad de la ciudadanía de desarrollar iniciativas propias».
El alcalde indicó que en el «ejercicio pasado, al igual que en el anterior, el Ayuntamiento debió dar respuesta a las necesidades más acuciantes de la sociedad, y lo hizo actuando en tres ejes fundamentales: apoyo a las personas en situación más vulnerables; apoyo decidido a los sectores económicos más gravemente afectados; y mantenimiento de los servicios públicos en circunstancias muy diferentes a las que venían siendo habituales y para las que estaban concebidos».
En su intervención, el regidor destacó el mantenimiento, por parte del Gobierno Municipal, de los servicios públicos «en circunstancias muy diferentes a las que venían siendo habituales y para las que estaban concebidos», a causa precisamente, de esa crisis económica.
