Con el final del curso y la llegada del mes de julio ha vuelto a Santiago una imagen que ya se ha convertido en habitual los últimos años: la de las colas kilométricas de los estudiantes de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) ante las agencias inmobiliarias para buscar un piso que alquilar.
Sin embargo, cada año los precios son más altos y muchas veces no responden al estado de conservación de los pisos que se ofrecen, con condiciones muy mejorables. “El primero al que fuimos era diminuto y el baño daba miedo, directamente”, relata una estudiante de primero que, aunque esperaba encontrar dificultades para dar con un piso, no se esperaba una situación así.
Todos coinciden en señalar la falta de oferta, lo que lleva a algunos estudiantes al borde de la desesperación: hay pocos pisos a precios “desorbitados”, sobre todo en determinadas zonas como el Ensanche donde es misión imposible. “Por un piso para tres en el centro reformado y en buenas condiciones nos han llegado a pedir más de mil euros”, apunta.
O tema dos pisos de aluguer en #santiago é cada ano máis vergoñento, e a Xunta, que ten as competencias delegadas en materia de vivenda, non fai nada e “deixalle o marrón” aos Concellos, os cales non teñen os medios nin recursos necesarios.
Queda moito por mellorar… pic.twitter.com/EFkUvGycrQ
— Borja López Fernández (@boorjalopez) July 3, 2023
Las quejas son la nota característica de los estudiantes que hacen cola en las inmobiliarias para, en muchas ocasiones, tener ocasión únicamente de ver un piso o de anotarse en una lista de espera. “El lunes fue el peor día, se fueron casi todos los pisos: mientras nos enseñaban uno otras chicas que estaban dudosas se decidieron y nos quedamos sin él”, explica.
Un estudiante de segundo año que ya había experimentado una situación similar el verano pasado sí ha percibido un nuevo incremento en los precios, que oscila entre los 50 o 60 euros. “Es más fácil con pisos de dos habitaciones, pero para tres o cuatro es imposible encontrar nada por menos de 600 o 800”, lamenta.
Con respecto a las condiciones, la crítica general no es que hayan empeorado especialmente, sino que no se han tocado en años. “Los pisos son los de siempre y están como siempre”, reconoce un estudiante que tampoco esperaba “nada lujoso”, pero sí “un mínimo”.
De hecho, en los últimos días muchos estudiantes han compartido en en redes sociales algunas imágenes que revelan las condiciones de los pisos, con elementos destrozados u ofertas inverosímiles, llegando a ver un lavabo instalado en una habitación, a escasos centímetros de la cama.
los pisos d estudiantes son una cosa!!!!!😍😍😍😍 pic.twitter.com/VhlG5gRhtF
— albacamaño (@camaronegipcio) July 5, 2023
La situación parece estar lejos de resolverse: el Concello de Santiago aprobó el pasado mes de febrero una modificación del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) para poner freno a la implantación de más viviendas turísticas, lo que reducía la oferta para el alquiler tradicional. Desde las inmobiliarias reconocen que la medida ha evitado que los precios subiesen más, pero todavía no se ha experimentado una reducción.
Por su parte, la Xunta de Galicia, con competencias en materia de vivienda, no ha tomado medidas al respecto, mientras que el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) también recibe críticas por no velar por el estado de los pisos y limitarse a guardar los depósitos de las fianzas, como exige la ley.